Electrónica
Desde los experimentos en laboratorios de sonido por compositores venidos de la academia en los años '50 hasta la extendida escena de DJs y músicos que trabajan en diversas vertientes en nuestros días, la música electrónica ha sido uno de los campos más múltiples de las últimas décadas. Alojada primero en los círculos doctos pasó a la música popular con el empleo de los primeros sintetizadores análogos aplicados a la música pop y rock en los años '70, y luego ha viajado a través de los grupos "tecno" o "tecnopop" de los '80, las precursoras fiestas con DJs de fines de esa década y un horizonte de músicos y productores que desde los años '90 en adelante han multiplicado sus posibilidades. Entre la música más bailable y la más experimental, la electrónica se ha visto reforzada con el inicio de los sellos en Internet o netlabels que desde 2003 se han identificado sobre todo con esta música.
El uso extensivo del sampler, el gusto permanente por las melodías y una sutil lectura social son claves a través de las cuales se puede escuchar la música que el productor porteño José Manuel Cerda desarrolló durante cerca de una década bajo el alias El Sueño de la Casa Propia, que luego cambió por Bruxista.
Periodista, fotógrafo, músico y productor, Rafael Cheuquelaf Bradasic es conocido por su larga participación en el proyecto de electrónica camerística experimental de Lluvia Ácida, que ha llevado junto adelante junto a Héctor Aguilar desde mediados de los años '90 en Magallanes. A través de una discografía abundante ha propuesto una investigación histórica, territorial y política a partir de una música electrónica en constante transformación. Como músico independiente ha publicado una serie de álbumes de distintas dimensiones, siempre sostenidos en el uso de los teclados análogos.
Exponente de diversas corrientes que van desde el pop contemporáneo y la música para medios audiovisuales hasta la electrónica ambient, Nicolás Alvarado ha transitado por un camino que incluye trabajos como productor discográfico y sobre todo como diseñador de un sonido que obtuvo su principal plataforma a través del sello Isla. Fue un proyecto editorial creado junto al también músico Gio Foschino, con quien además Alvarado integra el dúo electrónico IIOII. Sus intercambios musicales y colaboraciones suman otras experiencias en este sentido y se exhiben con nitidez desde su participación más estable como bajista en el grupo Fármacos, a trabajos con bandas como Los Días Contados e Isla del Sol, además de la creación de ese premiado álbum ambient realizado a distancia que es Suono (2018), junto al compositor Juan Pablo Abalo. En tiempos de pandemia, se regularizó, además, su colaboración estable con el proyecto Sombra.
Compositor con trabajos en vivo y en estudio para múltiples búsquedas sonoras, Sebastián Vergara desarrolla una obra de diverso enfoque, piezas orquestales y camerísticas, además de trabajos en la electrónica de ambientes y secuencias, música para medios y propuestas de tipo experimental. En sus palabras, su trabajo musical busca "explorar la experiencia de escucha y producción de obra; trabajando la tensión entre el movimiento y lo estático, la contención y la liberación expresiva. También la visualidad y una narrativa implícita". Además de diversos encargos para imagen y arreglos para otros nombres en la música, Vergara se ocupa como docente. Tiene estudios de pregrado y posgrado en el área de la composición, los arreglos musicales, la estética y la filosofía.
Valesuchi es el pseudónimo musical de Valentina Montalvo, productora y frecuentemente DJ vinculada en sus inicios al sello Discos Pegaos, cuyo debut tuvo lugar con el disco de cuatro piezas Golosynth, una declaración de principios respecto de la música dance de ritmos sombríos y uso de sintetizadores analógicos. Entre sus alcances figura su participación como artista de la Redbull Radio en Japón, y sistemáticas actuaciones en Brasil, como el festival Sónar de Sao Paulo de 2015 o el festival Dekmantel de 2017. En una segunda etapa creativa, Valesuchi se instaló en ese país para trabajar en las escenas de la electrónica. Y ese mismo año, junto a Matías Aguayo, produjo la canción "Nasty woman", con un fuerte discurso feminista, publicada por el sello Cómeme.
Nacido en Nueva York, Nicolás Jaar es compositor, productor y escritor chileno; un músico que ha esculpido un sonido propio en el panorama de la electrónica internacional. Su prolífico trabajo personal se diversifica entre álbumes como Space is only noise (2011), Sirens (2016) o Piedras (2024), creaciones bajo diferentes seudónimos, como Against All Logic, y títulos con Darkside, banda que formó en Estados Unidos junto a a los músicos Dave Harrington y Tlacael Esparza. En una posterior etapa, Jaar se ha dedicado a la docencia, impartiendo cursos y talleres sobre música, sonido y escucha en Dar Jacir y Alrowwad (Belén, Palestina) y en diferentes partes del mundo, con énfasis en Latinoamérica; además de una labor filantrópica a través de iniciativas como la beca Overtones y Ladridos. En el campo de la narrativa, en 2024 publicó el libro Isole.
Del grupo de chilenos destacados en la escena electrónica alemana y que desde los años noventa estableció en Europa su sede de trabajo (Ricardo Villalobos, Dandy Jack, Dinky, entre otros), Matías Aguayo es el más joven y el menos dado a la dinámica colectiva. Su trabajo ha avanzado más bien por una pista solitaria, que le ha permitido establecerse en diferentes ciudades y no abanderizarse hasta ahora con un estilo musical rígido. París, Buenos Aires, Berlín han sido sedes sucesivas de trabajo, y su labor como DJ lo ocupa entre otra serie de oficios vinculados a la composición, producción y gestión discográfica (a través del sello Cómeme). Es, además, uno de los músicos chilenos con mejores críticas en la prensa especializada extranjera.
Ingeniero en informática, DJ y músico son las tres especialidades de Hans Carstens, un músico que forma parte de los catálogos de sellos chilenos en línea como Impar, Epasonidos y Pueblo Nuevo. Tras una infancia transcurrida en Ilford, Londres —en torno a diversas influencias como el rock, el jazz y la música electrónica—, en 2003 empezó en Valparaíso a producir su propia música, volcada a la fecha en LPs, EPs y remixes para etiquetas chilenas y europeas.
Diversas caras de la música electrónica se pueden hallar en el trabajo de Motivado, uno de los nombres fundamentales en el catálogo del sello Discos Pegaos. Desde el pulso bailable hasta el gusto por las atmósferas más reposadas, su discografía es tan solo una parte de una labor que también se ha multiplicado en compilados, remezclas y otros proyectos.