Mapocho Stompers

Mapocho Stompers
Foto: Bob Borowicz

La década de 1950 abrió sus puertas a una nueva generación de jazzistas. Los héroes del hot jazz de 1940 alineados bajo el llamado de Los Ases Chilenos del Jazz eran ya músicos profesionales. Desde los consagrados Luis Huaso Aránguiz (trompeta) y Mario Escobar (saxo tenor) hasta los más jóvenes, como el baterista Lucho Córdova. Entonces, el Club de Jazz capitalino contaba con nuevos habitués. Entre ellos estaban el pianista Pepe Hosiasson y el tubista Domingo Santa Cruz. Ambos generaron un eje creativo que se tradujo en 1953 (el mismo año de la formalización definitiva del club) en un nuevo ensamble jazzístico con propuestas hasta entonces algo desplazadas: los Mapocho Stompers.

Ficha

Años

Santiago, 1953 - 1955

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1950 |

Géneros

Integrantes

Pepe Hosiasson, piano (1953 - 1955).
Fredy Lüer, trompeta (1953 - 1955).
Oscar Leiva, corneta (1953 - 1955).
Rafael Parada, clarinete (1953 - 1955).
Boris Castillo, trombón (1953 - 1955).
Diego Balmaceda, banjo (1953 - 1955).
Domingo Santa Cruz, tuba (1953 - 1955).
Jaime Silva, batería
Sergio Larraín, batería
Arturo Vallega, batería (1954).
Orlando Avendaño, batería (1954).

Mapocho Stompers

La década de 1950 abrió sus puertas a una nueva generación de jazzistas. Los héroes del hot jazz de 1940 alineados bajo el llamado de Los Ases Chilenos del Jazz eran ya músicos profesionales. Desde los consagrados Luis Huaso Aránguiz (trompeta) y Mario Escobar (saxo tenor) hasta los más jóvenes, como el baterista Lucho Córdova. Entonces, el Club de Jazz capitalino contaba con nuevos habitués. Entre ellos estaban el pianista Pepe Hosiasson y el tubista Domingo Santa Cruz. Ambos generaron un eje creativo que se tradujo en 1953 (el mismo año de la formalización definitiva del club) en un nuevo ensamble jazzístico con propuestas hasta entonces algo desplazadas: los Mapocho Stompers.

Iñigo Díaz

Tanto Hosiasson como Santa Cruz eran jóvenes muy vinculados al jazz de Nueva Orleans, a diferencia de sus mayores, quienes abiertamente declaraban su militancia con la estética dixie de Chicago. Los Mapocho Stompers se articularon en torno al jazz de emblemas como Jelly Roll Morton, King Oliver y Louis Armstrong, respetando las estructuras instrumentales de Nueva Orleans y siguiendo la norma del jazz construido para ensambles abiertos. Hosiasson fue el gestor y arreglador del octeto (sin saber leer música desarrolló una herramienta de escritura informal). Santa Cruz, en cambio, fue el espíritu del grupo y ya desde esa época comenzaría a convertirse en el ideólogo en Chile del jazz clásico negro en torno a esta escuela, que cinco años más tarde tendría a la Retaguardia Jazz Band como su más consistente representante.

La dupla reunió entonces a sus músicos, los que habían a la mano, todos aficionados y con ganas de tocar. Apareció entre ellos un novel Boris Castillo en el trombón, además de otros no profesionales como Fredy Lüer (trompeta), Oscar Leiva (corneta) y Rafael Parada (clarinete), además de una sección de ritmo que tenía al baterista Arturo Vallega (también miembro de otra de las bandas estables del Club de Jazz, La Banda del Club de Jazz , a cargo de Ernesto Tito Rodríguez y de René Eyheralde). Alternando bateristas durante sus casi tres años de vigencia, los Mapocho Stompers ingresaron al estudio de Radio Cooperativa Vitalicia el 29 de diciembre de 1954 para grabar siete piezas. Una de ellas, “Lamento del directorio” (firmada por Hosiasson), llegó a editarse en el álbum británico Jazz and hot dance in Chile, 1926-1959 (1991).

Actualizado el 08 de abril de 2021