«La historia de Héctor Lizana Gutiérrez, el chinchinero más antiguo de Chile» es, tal como explica el subtítulo de este libro, la guía de presentación de un texto que el sociólogo Gabriel Cárdenas urde junto a la propia voz de su protagonista (de 89 años de edad al momento de esta publicación). No es sólo su biografía, sino el recorrido de toda una tradición popular, así como la largada de un oficio familiar que continúan hijos, nietos y bisnietos de Lizana. Es también, para un lector chileno, el retrato valioso de ambientes urbanos y sociales de la primera mitad del siglo XX, sumidos algunos en la pobreza extrema que caracterizó la infancia del protagonista del relato, a quien el abandono familiar echó a la errancia callejera con diez años de edad.

«Apodado como “El Patitas de Oro” por los bombistas de los años 40, es uno de los personajes relevantes de esta manifestación casi centenaria de la zona central del país —se le presenta en el libro, ocupado, también, por reveladoras fotos de archivo—. A él entre otras cosas, se le atribuyen el desarrollo de la danza dentro del oficio del chinchinero y la incorporación de ala varilla de redoble, elementos que revolucionaron la forma de tocar y danzar con el chinchín».