Desafía las clasificaciones este libro de la académica chilena Rubí Carreño, que, como pocos trabajos publicados hasta ahora en el país, enlaza literatura, crítica y música popular desde un registro vivaz y desprejuiciado, asociable a grandes rasgos al ensayo.

El volumen reúne veinticuatro textos  —ninguno demasiado extenso y, en muchos casos, previamente publicados o presentados en instancias académicas—que abordan asuntos centrales sobre la canción y la novela de los últimos cuarenta años en Chile aunque desde un prisma en extremo personal, que combina los recuerdos infantiles de la autora con su precisión como especialista y también el innegable vínculo político que éstos tienen con los sucesos en torno al Golpe de Estado de 1973. «Éste no es el libro de una militante», se advierte en la introducción. «Este libro es para quienes escucharon, leyeron y escribieron las letras de la disidencia chilena».

La oralidad tiene en Av. Independencia tanto valor como lo registrado oficialmente, así como las voces de prestigiados intelectuales conviven en sus páginas con lo callejero y popular (mas no banal). Eso significa pasar de Diamela Eltit a Hernán Rivera Letelier, y luego saludar a Alejandro Zambra y a Charly García, bordeando más allá una reflexión sobre la constitución de masculinidad en el conjunto Quilapayún en contraposición a la sensualidad de la cueca; para sincronizar al fin los latidos (ni tan alejados) de la crítica literaria en el exilio con los de las marchas estudiantiles. «He imaginado este libro como si fuera un número especial de la revista La Bicicleta, que incluía cuentos, crítica y un cancionero con el objetivo de ayudarnos a pedalear con la memoria de esos días y los trabajos que éstos nos presentan», explica Carreño. Su soltura como escritora es también la de su atención como lectora y auditora, y su conciencia es, en parte, el homenaje incamuflable a quienes le han inspirado estas reflexiones.