Marisol García
La trayectoria de Tapia Rabia Jackson fue productiva y propositiva, aunque limitada a un círculo exclusivamente rapero. «Somos raperos callejeros y profesionales. No hay contradicción en eso», confíaban. Su historia se vio definitivamente truncada con la decisión de su líder, Zaturno, de trabajar como solista.
Música, baile y graffitti
Los músicos conocidos como Zaturno y Chalo Mero se conocieron durante su infancia, y con los años fundieron su interés por el hip-hop en dos grandes colectivos de música, baile y graffiti: Ki-Clan, de Puente Alto, y Los Tapia, de La Florida. De auditores pasaron a convertirse en bailarines de breakdance y ágiles rimadores, para luego concretar el sueño de hacer su propia música.
«Al principio pensamos en trabajar sólo los dos, pero vimos tanta gente talentosa alrededor nuestro que armamos algo más amplio», contaron sobre esa primera etapa, caracterizada por la colaboración informal y sin grandes proyecciones, con una sucesión casi incontable de compañeros. El grupo se afirmó de modo más definitivo hacia fines de 1998, como un conglomerado de nueve integrantes. Así debutaron en vivo con un concierto en un gimnasio de La Florida. Para entonces, Zaturno ya era parte de Tiro de Gracia, la banda más importante y vendedora en la historia local del género, y dueña de una intensa agenda de actividades (incluyendo regulares viajes al extranjero) que obligó finalmente al MC a definirse sobre su futuro.
«Llegó el momento en que hubo que tomar decisiones, y yo opté por mi grupo», explicó Zaturno al anunciar su salida del conjunto con el cual alcanzó a grabar los discos Ser hümano!! y Decisión. En Tapia Rabia Jackson, Zaturno aseguraba sentirse más cómodo para desarrollar su personal lectural del hip-hop, cercana al soul y con letras directas, sin metáforas. Antes de publicar su primer álbum, el grupo se mantuvo ocupado en varias presentaciones en Santiago, y en el teloneo a los españoles Siete Notas, Siete Colores (mayo del 2000, Teatro Monumental).
Las bases para el primer disco de Tapia Rabia Jackson fueron principalmente trabajadas por Zaturno en su casa, aunque con versos aportados por todos sus compañeros. El material fue luego producido entre él, DJ Raff y Adonai (Tiro de Gracia). El disco La conexión (2000) mostró un hip-hop de gran diversidad de timbres, con el aporte distintivo de una voz femenina (MC Sole) y la participación especial de Rulo (ex Los Tetas) en el bajo. Títulos como "Entre el bien y el mal", "Mr. Envidia", "Con ojos de odio" y "No más dolor" hablaban de asperezas cotidianas, aunque siempre en tiempo presente. «No cantamos cosas lindas porque la vida nuestra es dura», explicó Zaturno al presentarlo. «Me gustaría hablar de revolución, pero no la viví. Podría hablar de detenidos desaparecidos, pero no tengo ningún familiar afectado. Yo ahora estoy viviendo la pobreza, los vicios, la policía que está en todos lados».
Pese a un apoyo de promoción probablemente superior al que hasta entonces había tenido cualquier otro grupo local de hip-hop, La conexión fue recibido con tibieza. La banda se mantuvo unida para presentaciones puntuales y colaboraciones con otros nombres (como en la canción "2001", de DJ Raff y Solo di Medina).
Zaturno en paralelo
El cambio a la casa disquera Warner, en el año 2001, terminó representando un giro profundo para el grupo y su sonido. Poco antes, Zaturno había establecido amistad con Quique Galdames, saxofonista de Illapu, con quien comenzó a improvisar una peculiar mezcla de rap y bases de folclor andino. El experimento determinó el rumbo del álbum Fusión de estilos, en el que se incluyeron colaboraciones de DJ Raff, Víctor Flores (La Pozze Latina) y Quique Neira (quien se hizo cargo de las voces del tema "Son del 14", alusivo a las condiciones de vida en torno a uno de los paraderos de la avenida Vicuña Mackenna). El grupo lo estrenó convertido en un quinteto (identificado a partir de entonces como Zaturno y Tapia Rabia), y el disco salió a radios con un primer single, "Lautaro", trabajado sobre algunos versos de Pablo Neruda (además de una dedicatoria a Víctor Jara). Por primera vez, sus integrantes se describían a sí mismos como parte de «un grupo de hip-hop folclórico».
Su siguiente disco fue una continuación de aquella corriente. Se llamó Fusión de estilos V2.0 (2003) y contó de nuevo con la colaboración de Galdames, pero también de los raperos peruanos Clan Urbano y los hermanos Zamorano, del grupo reggae Iration (chilenos radicados en Jamaica). El álbum volvía a recurrir a los más grandes nombres de la canción chilena, esta vez con una versión para "Qué dirá el Santo Padre", de Violeta Parra.
Fue, en definitiva, el álbum de despedida de la asociación entre el compositor y sus compañeros. La última semana del 2005, Zaturno presentó su primer álbum en el que se asumió como solista, Sabor latino. Según el músico, «estar rodeado de mucha gente no me dejaba hacer lo que yo realmente quería. Ahora decidí hacer un disco donde mezclo nuestras raíces y la salsa, y así puedo experimentar con otras cosas que los raperos no se atreven a hacer». En esa trayectoria se ha mantenido unido a MC Sole como colaboradora.