Rodrigo Álvarez

Rodrigo Álvarez
Foto: Diego André

Ha sido una excepción en el jazz mundial, y ciertamente en el jazz local, el liderazgo de los contrabajistas, músicos hechos y formateados para el apoyo de un solista o como parte de una sección de ritmo. Salvo grabaciones como las de René Sandoval, Marco Reyes y Daniel Navarrete, el contrabajo permaneció por décadas en el plano secundario. Por eso la aparición de Rodrigo Álvarez desde Concepción señala también una vía de acceso a estas variantes. Álvarez publicó Creciente (2010) junto a otros músicos de esa ciudad sureña, y más tarde, con Concepción (2015), consolidó su faceta como compositor.

Ficha

Fechas

Concepción - 19 de febrero de 1978

Región de origen

Biobío

Décadas

2000 |2010 |2020 |

Géneros

Rodrigo Álvarez

Ha sido una excepción en el jazz mundial, y ciertamente en el jazz local, el liderazgo de los contrabajistas, músicos hechos y formateados para el apoyo de un solista o como parte de una sección de ritmo. Salvo grabaciones como las de René Sandoval, Marco Reyes y Daniel Navarrete, el contrabajo permaneció por décadas en el plano secundario. Por eso la aparición de Rodrigo Álvarez desde Concepción señala también una vía de acceso a estas variantes. Álvarez publicó Creciente (2010) junto a otros músicos de esa ciudad sureña, y más tarde, con Concepción (2015), consolidó su faceta como compositor.

Iñigo Díaz

Inicialmente un músico de rock, fue formado casi intuitivamente a través de la audición de discos de jazz y con el modelo de Steve Swallow muy encima. Álvarez apareció en la escena penquista de mediados de los 2000 en torno a la familia Romero. Carla Romero impartió lecciones de bajo eléctrico y el pianista Marlon Romero de lenguaje jazzístico. Ha tocado espontáneamente con el baterista de Concepción de larga data Alejandro Espinosa, de los trompetistas Daniel Lencina y Cristián Cuturrufo y del saxofonista Ignacio González. Pero de modo más determinante con los hermanos Arriagada y Arriagada, con quienes estableció un trío de gran peso en la escena del jazz de esa ciudad.

Álvarez grabó e hizo arreglos en Concepción para discos de folclor, fusión y pop, de Fabiola González (La chinganera, 2008), de Susana Lépez (Claridad, 2009), de Rocío Peña (Atardecer, 2009) y de Cecilia Gutiérrez (Infusión, 2015). En 2010 debutó como líder y compositor con Creciente, que incluyó música para quinteto con saxo tenor (Claudio Rubio) y vibráfono (Diego Urbano). Cinco años después editó su segundo trabajo, ya mucho más centrado en la composición sobre la raíz del jazz y el enfoque rítmico, con un nuevo quinteto ciento por ciento establecido en Concepción, un trabajo que lo consolidó como uno de los referentes del jazz penquista de sus tiempos. Concepción (2015) tuvo al Ignacio González (saxo tenor) como principal solista, además del joven Daniel Freire (trombón).

Protagonista de las escenas musicales de Concepción, Álvarez también trabajó con el grupo de jazz gitano Los Temibles Sandovales, y si bien no grabó en el disco Los Temibles Sandovales (2016), dejó instalado un buen set de sus creaciones, piezas instrumentales manouche ("Lulita swing", "Waltz para María"), y canciones melódicas ("Bendición", "Déjenme en paz", "Canción de invierno").

Actualizado el 14 de abril de 2021