Mauricio Garay Cid

Mauricio Garay Cid
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Mauricio Garay Cid es un solista de la guitarra de fusión contemporánea, línea que tiene activos nombres en distintos territorios musicales como los de Alberto Cumplido, Andrés Condon, Daniel Delgado y Juan Antonio Sánchez. A sus estudios de las guitarras clásica y flamenca, Garay Cid añadió una propuesta nueva, fundamentalmente sostenida en la luthería que él mismo diseñó, fabricó e incluso promovió en distintos lugares del mundo: la vihuela andina. A través de este sonido que une tradiciones europeas y sudamericanas desarrolló su trabajo como concertista en Chile, después de veinte años de vida y música en la ciudad de Gotemburgo, Suecia.

Ficha

Fechas

Santiago - 19 de marzo de 1969

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Mauricio Garay Cid

Mauricio Garay Cid es un solista de la guitarra de fusión contemporánea, línea que tiene activos nombres en distintos territorios musicales como los de Alberto Cumplido, Andrés Condon, Daniel Delgado y Juan Antonio Sánchez. A sus estudios de las guitarras clásica y flamenca, Garay Cid añadió una propuesta nueva, fundamentalmente sostenida en la luthería que él mismo diseñó, fabricó e incluso promovió en distintos lugares del mundo: la vihuela andina. A través de este sonido que une tradiciones europeas y sudamericanas desarrolló su trabajo como concertista en Chile, después de veinte años de vida y música en la ciudad de Gotemburgo, Suecia.

Iñigo Díaz

Sus estudios académicos de guitarra se remontan hasta mediados de los años '80, primero en el Liceo Experimental Artístico y más tarde en Escuela Moderna de Música. En 1991 se trasladó a vivir a Suecia, donde continuaría su instrucción en la guitarra clásica y la composición académica en la Universidad Superior de Música de Gotemburgo. Ya a lo largo de los '90, Garay Cid sumaría estudios de guitarra flamenca en Córdova y Madrid con maestros como Antonio Murillo, Antonio Rodríguez y Óscar Herrero, experiencia que lo conectaría con el mundo de los folclores y las músicas étnicas.

Durante esa década, Garay también se conectó con diversos músicos europeos, en la gestión de sus primeros proyectos y la elaboración de un catálogo de composiciones en estéticas distintas. Prueba de ello son los ensambles que organizó en Suecia y con que grabó discos, giró por Europa, se presentó en China y Estados Unidos. Quarttango, agrupación creada en la universidad, con un enfoque inicial en el tango contemporáneo pero que fue encaminándose hacia la música de los Balcanes y el flamenco. Con este proyecto, Garay Cid grabó el disco Quarttango (1995). Más tarde, junto al flautista y bansurista sueco Richard Ekre-Suzzi, Mauricio Garay Cid formaría Mishra, quinteto o sexteto instrumental que presentó una panorámica de lo que llamó "música contemporánea del mundo". Así dejó registrado el disco Libélula (2000) y pudo tocar en Chile en 2009. En ese período, Mauricio Garay realizó colaboraciones para discos de Jorge Paredes (Encuentros y viajes, 2007) y de Federico Wolf (Señal, 2010).

Ya instalado de regreso en Viña del Mar, el músico sumó otro borde a su actividad de compositor e intérprete. En 2013 trabajó en la luthería de la vihuela andina, el instrumento con el seguiría en una posterior etapa musical, tanto en su calidad de primer cultor y como en la de promotor de su sonido y su alcance. Bautizado así por su autor, el cordófono rescataba el rasgo de la vihuela de mano de tres órdenes dobles que llegaron a América con los españoles en el siglo XVI. Garay Cid incorporó cuatro cuerdas de la guitarra actual, lo que desembocó en un sonido próximo a un "charango barítono". En lo simbólico y sonoro, la vihuela andina de Mauricio Garay fue «un puente entre lo renacentista y lo contemporáneo».

Con este instrumento de diez cuerdas dio una serie de conciertos temáticos de cámara por Chile y grabó el disco Preludios (2015), con partituras exclusivamente dedicadas a la vihuela andina sola. Pero su proyecto de lutería, que llevó adelante en un taller del cerro Concepción de Valparaíso y mano a mano con el luthier Felipe del Valle Gandulfo, contenía un programa mucho mayor, con la idea de completar un consort o una familia de instrumentos. A través del disco Ángeles y duendes (2020) presentó entonces el segundo de estos cordófonos, la vihuela andina barítono, con obras más versátiles, ensambles e instrumento solo.

Actualizado el 29 de octubre de 2020