Verónica San Juan
"Cantautora" es la definición que hace de su oficio. "Canciones de corte urbano con raíz" es como llama a su trabajo. Y un escenario tan urbano como el de un Festival de la Primavera en 1976 aparece al comienzo de su historia, continuada en esos primeros años por cafés y peñas de la época.
En el movimiento de canción urbana conocido como Canto Nuevo la cantante ganó espacios al lado de voces afines como las de Rosario Salas, Cristina González o Katty Fernández. Algunas de sus primeras composiciones son "El costurero" (1978) y "Marinero en cualquier estero" (1979), enviadas al festival de la OTI, y coescribió con Tilo González, baterista de Congreso, las canciones "En el patio de Simón", y "Canción didáctica Nº1" para el disco Ha llegado carta (1983) de ese grupo.
Los festivales han sido un conducto habitual en su carrera. Ya en 1978 presentó "Un motivo para cantar" (1978) al Festival de Viña, certamen al que volvió con "A tu cielo estrellado" (1997). "Mi alma de caracola" (2001) fue estrenada en el Festival de Tonadas en Talca, y luego envió al Festival de Olmué "El vals de la arrepentida" y "Ayúdame a navegar" (2002), cantada por Magdalena Matthey. Con la misma intérprete presentó "Si tu voz me llama" (2002) a la preselección del citado Festival de Viña.
Asimismo, con "Cascabelito", "Nace una isla en el mar", "Para tu Navidad" y "El adiós de Silvana" Mariela González fue ganadora entre 1994 y 1996 de los concursos de música de raíz folclórica de la Sociedad del Derecho de Autor, y en 2002 su composición "En privado" fue incluida en el compilado Música de este lado del sur (2002), antesala de su primer disco propio: En privado (2003). El álbum es una antología de varias canciones previas, desde el temprano "Rin del jardín" hasta "Si tu voz me llama", y de títulos recientes como "Cuando te hayas ido", del cantautor Alexis Venegas, invitado en el disco junto a Magdalena Matthey, Francesca Ancarola, Juan Antonio Sánchez, Claudio Araya y Jorge Campos.
Una nueva colaboración para Congreso quedó registrada en la canción "Una señal de amor" (1994), y una banda estable acompañó en esos días a la cantante, con su hijo Simón González (guitarras), Fernando Carrasco (guitarra, mandolina, charango y cuatro), Ricardo Sapito Lobos (bajo) y Sergio Tilo González (batería). Una década después, Mariela González se estableció hacia 2005 en París, donde junto a un nuevo cuarteto con Simón González (guitarra, arreglos y producción), Sebastián Seves (guitarra y percusión) y Cristian Martínez (violoncello) ha reanudado su vocación de cantautora, esta vez con nueva consigna: Mariela sin fronteras.
Actualizado el 24 de marzo de 2016
