Iñigo Díaz
Se inició en el canto latinoamericano desde niña con una guitarra que sus padres encargaron a un luthier que entonces se encontraba en prisión política. De su linaje de antepasados, también recogió la guitarra traspuesta. Cecilia Concha Laborde comenzó a presentarse frente a públicos ya en sus años escolares. De esta manera tomaría el legado de canto, poesía y batalla en el frente de las desigualdades sociales y los abusos del poder proviene directamente de los íconos mayores que son Violeta Parra y Víctor Jara, que ella interpretaba en esos primeros tiempos. A comienzos de los años '80, desarrolló el oficio en calles y peñas, donde junto a cantores anónimos enarboló una bandera de lucha contra la dictadura. Su primera obra ha sido descrita en torno a temas contingentes de justicia, memoria y derechos humanos, y a los que luego añadió debates sobre igualdad de género y justicia social.
Durante la transición de los '90 volcó su arte a la dirección y trabajo de proyectos comunitarios y culturales a nivel local. Y mucho más tarde, en 2010, formó el colectivo Liberarte, con el trovador Francisco Villa y el músico y gestor cultural José Cid. Entre 2013 y 2015 elaboró junto a ellos un espacio de creación y divulgación con conciertos de más de un centenar de cantautores locales. En 2013 también fue seleccionada en el proyecto “Germen” de la Universidad de Santiago, para la edición Te traigo mis versos, librillo con canciones, poemas y cuentos de su autoría, acompañado de un disco con seis canciones.
Pero ese material y otra parte del catálogo de Cecilia Concha Laborde hizo eco fuera de nuestras fronteras, con apariciones en discos colectivos de Bolivia y Ecuador, como los Dándole cuerda de 2013 y 2016, respectivamente; además de participaciones en distinos movimientos y circuitos de cantautoras de Perú, Brasil y Argentina. En este último país fue invitada a integrar un movimiento femenino de más de una veintena de cantautoras que editó el disco MujerTrova (2015). Allí la chilena aparece con “Dame la rabia” y “Declaración de intereses”.
En 2017 grabó la canción “Amarraré a las cintas” para el disco Tallersol 40 años. Resistir para construir, 1977-2017, donde también cantan Hugo Moraga, Sol Domínguez, Jorge Venegas y Raúl Acevedo, entre otros. Y en 2017, con motivo del centenario de Violeta Parra, Concha Laborde produjo el disco Violeteras… herencia rebelde, que reunió a una cincuentena de mujeres cantoras de nueve países, entre las que aparecen, en nítidos cruces generacionales, las voces de Mariela González, Sol Domínguez y Cristina Narea como representantes de los '80; Francesca Ancarola, Jenisse Díaz o Claudia Stern, de los '90; Daniela Conejero, Miloska Valero y Andrea Andreu, de los '00, y Rocío Peña y América Paz, de los '10.
Actualizado el 27 de noviembre de 2020