Una educación familiar vinculada a la música y los instrumentos musicales llevó a Carolina Carrera a iniciar tempranos estudios de piano y a integrar una serie de coros, con los que realizó sus primeras presentaciones en público, a los 9 años de edad. La adolescencia cambiaría su rumbo, integrando entonces bandas punk y rock, diversos grupos de percusión e incluso incrusiones en el canto gospel. En 2002 ingresó a estudiar Música en la U. Católica de Valparaíso, donde descubrió nuevos campos de la creación. Su paso al canto y a la guitarra, tras haber trabajado como profesora en liceos rurales, la encaminó hacia una música personal, despojada y genuina. Carolina Carrera tomó como escenarios las calles, mercados y cocinerías populares de Talca. Es el tiempo en que produjo y grabó un primer disco de canciones, titulado Bio (2013), utilizando guitarra, pero también máquinas y programas computacionales, en un especial un ejercicio creativo y productivo. Mucho tiempo después regresó a la producción musical para publicar su siguiente disco, a menudo considerado el primero: Canciones mayores.