Nacida en Maipú y también con un paso por el puerto de Quellón, en Chiloé, se formó como pedagoga en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, ha trabajado con la maestra Patricia Chavarría y ha investigado las expresiones musicales campesinas del archipiélago. Expone un repertorio de cuecas, tonadas y otras danzas, a través de diversas afinaciones o trasportes. Sus primeros trabajos fueron La cantora y el payador (2018), que grabó junto al decimista Ignacio Reyes, en un enfoque de canto campesino y poesía popular y la marca de ambos oficios como las dos voces del folclor. Más adelante publicó Fuiste tierra, trigo y canto (2021), un trabajo que incluyó una serie de cuecas, tonadas y valses, su propia autoría en combinación con recopilaciones de grandes maestras.