Jorge Leiva
Hijo de uno integrante del conjunto de Neofolklore Santiago 4, y con varios hermanos músicos, Felipe Berríos comenzó a hacer rap con después de salir del colegio San Ignacio del centro de Santiago, al final de la década del 90. Tocando con grupos de amigos, hizo sus primeros beats manualmente, “como se hacía en esos años, con dos radios con cassettes, sumando pistas de un cassete al otro”. El 2018 explicó que en esos primeros tiempos “aun no sabía si estaba en posición de entrar a mis anchas a rapear, y por eso partimos jugando, entre hermanos, en tocatas de colegios al principio, pero nunca tomándolo muy en serio”. Ya en ese tiempo adoptó el apodo de Bronko Yotte.
Tras comprarse su primera máquina para hacer sampler, en 1999, en una tocata en el colegio Notre Dame de Ñuñoa, conoció al rapero Lister Rossel y consolidó con él su oficio rapero. Entre ambos dieron forma al colectivo Rapaces, con casi una decena de otros MCs, grabaron un disco en el 2003, y se presentaron en varios escenarios estudiantiles, en ocasiones incluso con una banda en vivo.
Cuando estaba por terminar su carrera universitaria de Pedagogía en Lenguaje – que cursó entre el 2001 y el 2006-, Bronko Yotte inició un camino solista paralelo a Rapaces, y subió temas con su nombre a la plataforma MySpace, y con ellos editó su primer EP, Piensa en mí cuando duermas.
Sin dejar su oficio musical, y como Felipe Berríos, el músico comenzó a ejercer como profesor de lenguaje el año 2008. Editó su primer disco, Vive el nivel, y luego de dos años, en un momento que trabajaba a tiempo completo, editó Superharto, un disco con canciones en las que se aleja del rap. En varias de ellas, de hecho, no rapea, sino que canta, incluso acompañado con una guitarra acústica: “Ese fue un disco un poco rabioso, estaba en un colegio muy cuico donde estaba bien pagado, pero me sentía raro, no tenía amigos y estaba cansado… Hay temas que escucho después y no me entiendo”.
Lanzado en octubre de 2010, el disco casi no tuvo difusión, porque en marzo de 2011, tras casarse, se fue por casi dos años a Melbourne, en Australia, adonde vive su mamá, y donde trabajó como profesor de español. A su regreso a Chile, lanzó el que consideró su disco más personal hasta ese momento: Con eso te lo digo todo. “Como en Australia no conocía a nadie, me vi obligado a producir, y eso me sirvió mucho para saber que quería hacer. Cuando llegué de vuelta a Chile tenía todos los beats del disco, así que hice las letras y lo lancé”.
El disco tiene varios invitados, como el ex Makiza Seo2, o los raperos Camileazy, Ceaese o Jonas Sanche. “Yo entonces no sabía” dice Bronko Yotte, “si iba a seguir haciendo música después de ese disco, a lo mejor iba a ser el último y por eso me quise da un gusto e invité a todos los que quise”. Con eso te lo digo todo, sin embargo, fue un éxito, y de ahí salieron varios clásicos de su cancionero como “Para aliviar el dolor” o “Tan solo inspira”, y la producción terminó convertida en un nuevo inicio en su carrera musical.
El músico consolidó, entonces, un equipo con Macarena Campos (Masquemusica) como MC y DJ Pérez en las pistas y el skratch, y con ellos amplió sus escenarios más allá del hip hop, en un camino que fue todavía más lejos con Gala, considerado uno de los mejores discos del género, y donde nuevamente sumó invitados de otras dimensiones de la música: Cristóbal Briceño de Ases Falsos en “Prometo”, Gepe “en “Lealtad”, Matías Cena y Felicia Morales en “Prenda” o los miembros de Zonora Point Camileazy y Jamez Manuel en “Free” y “Estamos bien”.
“Hay músicos cuyo recurso principal es rapear. Hay otros que es la guitarra, otros la composición, otros el folclor… Pero en el fondo la experiencia de hacer música es lo que tenemos en común y por eso nos podemos sentar en la misma mesa”, dice el rapero.
Con Gala, como el mismo músico reconoce, sus canciones definitivamente trascendieron los espacios del hip hop. Ingresaron a las radios y se pasearon por distintos escenarios, como Lollapalooza el 2019 (adonde regresó en 2023) y entonces Bronko Yotte dejó de ser profesor y se dedicó a ser músico a tiempo completo, en un camino que ha seguido recorriendo desde entonces.
Pero Gala también le reveló otra cosa, y así lo explicó: “Ese es un disco muy armado, y me empezó a cansar esto de ser encasillado, porque las personas son más complejas, y no me gusta ser tan reconocible, no somos lindos todo el rato como una foto de redes sociales”. El disco siguiente a Gala fue Nimbo, del 2017, y allí volvió a trabajar con su equipo más cercano, con los que nuevamente acentuó su identidad rapera.
Con la integración a su equipo de su hermano menor, Martín Berríos, Bronko Yotte lanzó un nuevo LP el 2020, Fuero interno, un disco cruzado por el estallido social chileno de octubre de 2019 y la pandemia del covid-19. Con letras diversas, que se referían a la revuelta pero que incluían guiños tan lejanos como una cita a la canción “La cigarra”, de la argentina María Elena Walsh, el disco tuvo de nuevo alcance masivo, con temas como “Matanga” o “Piola”, cantada junto a Gianluca, y con canciones abiertamente cercanas a la trova, como “Si bien” o “Las horas”.
Bronko Yotte, que editó dos EPs luego de Fuero interno, ha sido invitado a discos y conciertos de músicos de dentro y fuera del rap, y cuando ya se empina por sobre los 40 años es un nombre esencial de la música chilena del siglo XXI mucho más allá de los lenguajes y los circuitos del rap o de la llamada música urbana.
