Lucybell

Lucybell
Foto: Gonzalo Donoso

Hay varias etapas en la historia de Lucybell, separadas cada una por las distintas formaciones del grupo y una evidente evolución en su sonido. Con más de dos décadas de trabajo, y una proyección continental paulatina; a la biografía del grupo la definen también las entradas, salidas y reingresos de sus integrantes, todos los cuales registran además proyectos en paralelo al de la banda. Es una dinámica que no ha conseguido amenazar la estabilidad de su nombre.

Ficha

Años

Santiago, 1991 -

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Integrantes

Claudio Valenzuela, voz y guitarra (1991 - •).
Gabriel Vigliensoni, teclado y programación (1991 - 1999 / 2012 - 2014).
Marcelo Muñoz, bajo (1991 - 1999 / 2012 - 2014).
Francisco González, batería (1991 - 2005 / 2012 - 2014).
Eduardo Caces, bajo (1999 - •).
José Miguel Cote Foncea, batería (2005 - •).

Lucybell

Hay varias etapas en la historia de Lucybell, separadas cada una por las distintas formaciones del grupo y una evidente evolución en su sonido. Con más de dos décadas de trabajo, y una proyección continental paulatina; a la biografía del grupo la definen también las entradas, salidas y reingresos de sus integrantes, todos los cuales registran además proyectos en paralelo al de la banda. Es una dinámica que no ha conseguido amenazar la estabilidad de su nombre.

Marisol García

Su discografía se inició en momentos de extrema precariedad local para las propuestas de pop cosmopolita hecho en Chile, antes de los beneficios de internet y la autogestión, y cuando una larga lista de intermediarios entre banda y audiencia todavía ralentizaba el trabajo musical. En ese escenario, Lucybell fue una banda de admirable persistencia, que consiguió imponer un estilo de carácter. Sin abrazar los códigos más obvios de lo popular, el grupo consiguió varios hits durante los años noventa, todos reconocibles en su estilo incluso en el más bien imitativo panorama pop de esos años. Su éxito en Chile derivó en los esfuerzos de internacionalización que ocupan al grupo desde que, en el 2003, fijaron su residencia primero en Los Angeles, California; y, posteriormente, Ciudad de México.

A mediados de 2012 el grupo emprendió una gira a la que unió a sus tres integrantes fundadores, presentándose así y por primera vez como un gran sexteto. La experiencia, sin embargo, no se afirmó más allá de algunos conciertos y de la grabación de un EP.

Largos inicios
La historia de Lucybell es representativa de los vaivenes que caracterizaron a la industria musical chilena antes del auge de la autogestión vía internet. Entre su fundación en 1991 y su debut con el álbum Peces (1995), la banda debió esperar con paciencia interesar a alguna compañía disquera, pese a los estupendos comentarios y considerable afluencia de público que por entonces motivaban sus conciertos. La banda se había formado con dos músicos que antes militaron en un grupo llamado Kitsch —el tecladista Gabriel Vigliensoni y el baterista Francisco González— y el ex cantante de La Redención, Claudio Valenzuela. A ellos se unió al poco tiempo Marcelo Muñoz, en reemplazo de un primer bajista conocido como Aco.

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Tres de ellos se habían conocido estudiando Licenciatura en Sonido en la Universidad de Chile, un dato que es clave para entender la sofisticación y el rigor de sus posteriores grabaciones. Facultades universitarias acogieron sus primeras tocatas, en las que el grupo fue forjando una audiencia fiel, pese a la virtual sequía que caracterizaba entonces al circuito. En 1992 incluyeron sus dos primeros registros en un compilado de EMI titulado Grandes valores del under, y luego su tema "De sudor y ternura" apareció en Con el corazón aquí. Pero incluso así ningún sello se comprometió con la grabación de un disco completo, por lo que el grupo debió autogestionar diversas actividades para mantenerse a flote; entre éstas, la musicalización de la obra teatral Blue moon, en 1992, y la producción de su primer clip, "De sudor y ternura" (en la que debutó la extensa asociación que en adelante mantuvieron con el realizador Carlos Moena).

Decididos a publicar a toda costa un disco, la banda se decidió en 1993 a trabajar de modo independiente junto al entonces guitarrista de La Ley, Andrés Bobe. Pero el fallecimiento del músico, al año siguiente, los obligó a continuar junto al argentino Mario Breuer (esa ansiosa dinámica inicial en estudio se conocería décadas más tarde a través del estupendo documental Cuando respiro en tu boca, de Carlos Moena). Fue con el disco listo que retomaron el contacto con la disquera EMI-Chile, la cual finalmente publicó Peces como parte de su ambicioso "Proyecto de Rock Nacional". «Un maldito disco, que costó más que parir una vaca», sintetizó Claudio Valenzuela al presentarlo.

Combinando electrónica suave con el pop oscuro derivado de su común interés por los Beatles y el pospunk británico (Cure, Killing Joke, Cocteau Twins); Peces demostró que el oído chileno promedio también era capaz de acoger grabaciones sofisticadas. Gracias a la alta rotación radial de los singles "Lunas", "Cuando respiro en tu boca" y "Vete", la banda desarrolló una intensa promoción en vivo que resultó en ventas más que óptimas, diferenciándola de inmediato como una de las propuesta más sólidas de su generación.

En el álbum Viajar (1996) combinaron citas al trip-hop entonces en boga ("Mataz") con temas de mayor intimismo ("Carnaval", "Viajar"), en un resultado que asumieron como un desafío, y que confirmó a la banda en la disposición a hacer de cada nuevo álbum una propuesta de avance. Tras giras de promoción por Estados Unidos y México, y su debut en el Festival de Viña de 1998, la salida del más hermético Lucybell (1998) —conocido también como el «disco rojo»— no tuvo la venta ni difusión radial esperadas, pese a la sugerencia de singles como "Flotar es caer" y "Caballos de histeria".

Primer cambio de formación
Aunque la banda se declaró por entonces «refrescada» por el afinamiento de sonido que le permitió ese álbum, distintos puntos de vista internos concluyeron en septiembre de 1999 con la salida de Vigliensoni y Muñoz, cuando la preparación de un cuarto álbum ya se encontraba en marcha, y poco después de incluir una versión en español para "Invisible sun" en el tributo de bandas latinas al grupo Police (y para el cual consiguieron la asesoría técnica de uno de sus ídolos, el inglés Robin Guthrie, fundador de Cocteau Twins). La salida de los dos integrantes y la baja en ventas pusieron en una situación incómoda al grupo y su sello, y Lucybell terminó mudándose a la disquera Warner.

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Convencidos de continuar con el trabajo, Claudio Valenzuela y Francisco González reclutaron como bajista a Eduardo Caces, músico que hasta entonces trabajaba en la banda independiente La Redención (el primer proyecto musical de Valenzuela). Caces se incorporó de inmediato al trabajo de preproducción del nuevo disco, publicado a mediados del 2000 bajo el título Amanece. El formato de trío cambió significativamente el sonido de Lucybell, a través de atmósferas y arreglos que obligaron a los integrantes a olvidarse de sus funciones anteriores. Teclados acústicos y eléctricos, percusiones y guitarras pasaron por las manos de los tres músicos, en un disco producido junto al argentino Eduardo Bergallo (Soda Stereo, Daniel Melero) y destacado en radios a través del single "Luces no bélicas".

Lucybell ya tenía la seguridad de las bandas afianzadas, y sus siguientes pasos fueron los lujos de esa cosecha. Sesión futura fue el registro en vivo de una presentación en Santiago que se respaldó luego con un DVD homónimo; y el minidisco Sálvame la vida integraba la presentación de un nuevo single con cuatro temas grabados para los álbumes tributo a Violeta Parra, Los Prisioneros, The Police y Soda Stereo; además de la canción central de la película Sangre eterna ("Ver el fin"). El año 2002, Francisco González debutó como solista con un disco electrónico titulado Óvalo, e insistió en que su trabajo paralelo no pondría en riesgo su compromiso con el grupo.

Viajar: la mudanza a México
La convicción profesional de Lucybell los llevó a la mudanza de país como un paso natural, que no sorprendió a casi nadie, considerando que las giras al exterior venían siendo una constante en su trabajo desde hacía años. La banda se estableció en Los Ángeles, California, en el primer semestre del 2003, y centró ahí un despliegue de trabajo que los ocupó principalmente con conciertos a lo largo de la costa Oeste de Estados Unidos y México. Aunque sus nuevas ambiciones exigían esfuerzos nada fáciles, se declaraban satisfechos con la decisión: «Si nos quedábamos [en Chile], nos moríamos. Y esto no tiene que ver con nada despectivo sobre la escena local, sino con la necesidad de mostrar lo que haces a más gente. Es natural», diría más tarde Claudio Valenzuela.

El lanzamiento del disco Lumina —más crudo y rockero, con tres canciones cantadas por primera vez por el baterista— justificó al menos tres giras nacionales por Chile a lo largo del 2004, que el grupo combinó con una intensa agenda de conciertos por todo el continente. Hacia fin de año, ya era conocida su canción para la teleserie "Destinos cruzados" ("Sólo crees por primera vez") y la banda cumplía con el público local al realizar una intensa gira por Chile, en su especial cuidado por no descuidar a sus fanáticos chilenos.

Pero mayo del 2005 trajo una noticia inesperada. Francisco González anunció su retiro del grupo, y dejó a Valenzuela como el único miembro original de Lucybell aún a bordo. «Razones personales» y su intención de concentrarse en su trabajo solista explicaron la decisión del baterista. Pero Lucybell no pensaba dar pie atrás con todo lo conseguido hasta entonces en el extranjero, y en pocos días presentó a Cote Foncea (proveniente de Dracma) como nuevo percusionista. La nueva formación debutó ante tres mil personas en el Club 21, del D.F. mexicano. Y los buenos resultados confirmaron su intención de seguir trabajando en promoción. Claudio Valenzuela no tuvo dudas: «Hay que avanzar. Lo que no te mata te hace más fuerte y Lucybell es un grupo porfiado. Porfiado y valiente».

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Hacia fines del año 2005, la banda comenzó su primera gira con definición de continental, con conciertos en Nueva York, y ciudades de México, Argentina, Perú y Uruguay. Poco antes, habían teloneado a los estadounidenses Weezer en su concierto en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México. Lucybell preparaba para entonces un nuevo disco, que terminaron de grabar en Buenos Aires y del cual adelantaron una edición simultánea en al menos cuatro países. La intención dejo de ser puro optimismo hacia fines del 2005, cuando el grupo concretó un contrato con Warner-México que, tal como antes lo habían hecho con La Ley, se comprometieron a hacerse cargo directo de la carrera del conjunto.

La nueva formación de Lucybell tuvo un estreno formal en Santiago de Chile en noviembre del año 2005, durante un concierto en el cine Alameda organizado para celebrar los once años de la fundación de su club local de fans. Al verano siguiente, el grupo recorrió el país con una gira de alrededor de veinte fechas, que concluyó con el lanzamiento de su nuevo disco, Comiendo fuego, en abril en el capitalino teatro Teletón. Ya desde el verano previo venía adelantándose en radios el single "Fe". «Basta con escuchar este nuevo disco para darse cuenta de que no vamos siguiendo el camino de La Ley», declaró Valenzuela, quien, pese a ese desmarque, anunció con entusiasmo la edición simultánea del álbum en México, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Chile. Según Cote Foncea, Comiendo fuego es el disco «más agresivo en la historia de Lucybell». Su edición fue la última de la banda para Warner, pues a mediados del año 2007 el grupo se convirtió en artista exclusivo de la etiqueta chilena El Escarabajo.

La difusión solista de Claudio Valenzuela se abrió en abril de 2009 con el álbum Gemini y representó una veta paralela que, en sus palabras, responde a «una necesidad musical y espiritual», que en ningún caso pone en duda su compromiso con el grupo. La misma veta de trabajos paralelos ocupó un tiempo a Caces (en el trío Galatea) y Foncea (quien retomó el trabajo con De Kiruza, su primera banda de importancia), antes de la publicación de Fénix (2010).

Reagrupación
Sorpresiva incluso para sus fans más cercanos resultó la noticia de reincorporar temporalmente al grupo a sus tres integrantes fundadores para una gira que repasaría la discografía del conjunto, en parte como celebración de sus dos décadas de historia. El 15 de mayo de 2012, con un show en el capitalino club Amanda, debutó Lucybell como sexteto, con sus tres integrantes estables junto a los retornados Marcelo Muñoz, Gabriel Vigliensoni y Francisco González. Fue la largada de una agenda en vivo estimulante (con nuevas fechas en Santiago y regiones) pero sin rumbo futuro definido. Pese a lo atípica de esta formación (que, por ejemplo, incluía a dos bateristas), el grupo no dejó de manifestar su entusiasmo por el cambio, y su deseo de contar con nuevo material grabado durante 2013. La meta se concretó parcialmente con la edición de un EP, Poderoso, grabado a distancia, con dos de los seis músicos instalados en Norteamérica, y con sólo algunas de sus nuevas composiciones.

Pero ya en junio de 2014 una nota en el diario La Tercera confirmaba no sólo que Lucybell volvía a ser un trío, sino que eran diferencias creativas y personales irreconciliables las que explicaban el cambio.

Actualizado el 26 de agosto de 2020