Camila Moreno

Camila Moreno
Foto: Natalia

El sentido del riesgo es la característica distintiva de la cantante, autora y compositora Camila Moreno, expresada en un acercamiento personal a los sonidos acústicos, a la electricidad del rock y la producción electrónica. Ha conseguido difusión internacional, buscando un vínculo entre su cantautoría y procesos sociales más amplios, situándose entre las voces destacadas de una generación de cantantes chilenos que comparten una inclinación a la raíz folclórica por instinto y un canto personal y testimonial al mismo tiempo.

Ficha

Fechas

Santiago - 08 de julio de 1985

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |2020 |

Géneros

Grupos

Camila Moreno

El sentido del riesgo es la característica distintiva de la cantante, autora y compositora Camila Moreno, expresada en un acercamiento personal a los sonidos acústicos, a la electricidad del rock y la producción electrónica. Ha conseguido difusión internacional, buscando un vínculo entre su cantautoría y procesos sociales más amplios, situándose entre las voces destacadas de una generación de cantantes chilenos que comparten una inclinación a la raíz folclórica por instinto y un canto personal y testimonial al mismo tiempo.

David Ponce

Había dado varios pasos previos antes de su presentación como solista, entre grupos tempranos como La Princesa Leia Proyect junto a Gerardo Figueroa, Delabandas Peña y Tetecla la Pesa (2003-2005), el dúo Caramelitus (2006) con Tomás Preuss y las bandas de raíz latinoamericana Cuchara (2006-2008) y Las Polleritas (2007). Tras dos fechas en vivo en 2007 y 2008, esta última compartida con Chinoy, intensificó su ritmo de actuaciones en octubre de 2008 impulsada por el éxito de su canción "Antes que" en Radio Uno, y en noviembre y diciembre debutó a gran escala en los festivales Rock Carnaza y Rockódromo, encuentros organizados en Valparaíso. Antes de un año la continuación natural iba a ser su primer disco.

Farmacéutica, trasatlántica, trasandina: el impacto inicial
Ya cumplido el mérito de hacer sonar nada menos que en la radio una composición inscrita sobre un compás asimétrico como "Antes que", Camila Moreno hizo aflorar en Almismotiempo (2009) su completo repertorio inicial, entre influencias tan diversas como las de Björk, la cantante mexicano-estadounidense Lhasa de Sela, la consabida Violeta Parra e incluso atisbos de Chinoy en la voz.

Son compases como los de la tonada y la cueca los que sustentan las canciones "Millones", "Ay!" y "Cae y calla", así como el inicio y el cierre del disco parecen remitir a Chiloé en los ritmos de "Antes" y "Trenza", esta última con acordeón y trutruka. Pero en medio hay espacio para la balada "Lo cierto", los tintes de rock latinoamericano de "Primero me apuné", el cuarteto de saxos "Pera" cuya referencia natural es "The anchor song" (1991), de Björk, y todos los matices de la cantante, íntima en "Delfín del deseo", despojada en "Cosas que no se rompen", sombría en "La necesidad", intensa en "Siempre que hago algo".

Tan o más notorio fue el efecto de sus letras. Sobre todo en coincidencia con la aparición de Manuel García y Nano Stern, Camila Moreno apeló en ese arranque no sólo a una audiencia joven, sino además al interés de una generación previa en los versos contingentes acompañados de sones folclóricos, expresión que en Chile estaba vacante a gran escala por lo menos desde el canto comprometido de los años 70 y 80 contra la dictadura de Pinochet. La mejor evidencia es "Millones", canción que ella ya tocaba en vivo a fines de 2008. Con el verso inicial "farmacéutica, trasatlántica, trasandina" se adelantó en meses al escándalo de la colusión entre las farmacéuticas chilenas Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand denunciado en marzo de 2009. Y el video de la canción es el registro de una marcha callejera contra el desproporcionado rascacielos santiaguino Costanera Center entonces en construcción y símbolo de Cencosud, corporación involucrada en la colusión de supermercados conocida en 2015.

Respaldado por la promoción del Sello Azul y producido por Marcelo Aldunate, en la época director de Radio Uno, Almismotiempo fue uno de los discos destacados de 2009 en Chile. La cantante actuó en agosto en la segunda versión del festival Solistas en Solitario en el santiaguino cine Normandie; en junio y noviembre teloneó al músico argentino Pedro Aznar y al trovador cubano Pablo Milanés en los teatros santiaguinos Oriente y Caupolicán; en octubre tocó en la tercera versión del encuentro Rock Carnaza y en noviembre presentó el disco en el Teatro Oriente, además de tocar en el Día de la Música del capitalino Parque O’Higgins. Y en septiembre viajó a Las Vegas, EE.UU., a raíz de su sorpresiva postulación al Grammy Latino por "Millones", cuando esa canción fue nominada en la categoría "mejor canción alternativa".

Camila Moreno y los Disfruto: la primera banda
Su disco Opmeitomsimla (2010) fue definido por la autora como "el lado B de Almismotiempo" y titulado con ese nombre en reversa. Junto a nuevas tomas más eléctricas de "Cae y calla" y "Siempre que hago algo" se escuchan ahí seis canciones inéditas, entre los ritmos folclóricos de "Hechizada pericona" y "Hago crecer de todo este árbol de toda esta historia mi propia rama", el sonido rockero de "Reverso Huidobro", el largo aliento de "Los tigres de mi sangre" y "Un bordado" y la denuncia de "De la tierra", una canción motivada por la muerte del joven mapuche Jaime Mendoza Collío, asesinado en la Araucanía por el carabinero Miguel Jara Muñoz el 12 de agosto de 2009.

El disco está firmado por Camila Moreno y los Disfruto, grupo que siguió acompañando a la cantante durante el año siguiente. En los mismos días en que Chinoy acentuaba su borde rockero con Chinoy y los Niños Preferidos del Ruido, Camila Moreno también ampliaba su sonido con una banda.

Un primer giro respecto de ese sonido se escuchó a fines de 2011. “1, 2, 3 por ti, por mí, por todos mis compañeros” fue la canción que Camila Moreno incluyó en el disco Música x Memoria (2011) publicado por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y estrenado en un festival en el mismo museo, donde la cantante presentó una nueva banda y un sonido menos acústico.

Lo confirmó al final del mismo año. En diciembre de 2012, con un concierto desplegado entre catorce músicos en el capitalino centro cultural Matucana 100, Camila Moreno lanzó su segundo disco: Panal (2012). Con la producción de Cristián Heyne y el respaldo de esa  nueva banda en escena, la cantante se mostró transformada, entre armonías de voces, mandolinas, arpas, secciones de cornos y cuerdas y un revestimiento electrónico renovado.

Prendió la mecha de todo eso con “Incendié”, inflamable single donde la acompañan cantante colombiana Andrea Echeverri y el guitarrista estadounidense Trey Spruance, de Mr. Bungle y Secret Chiefs 3, con quien había tocado en 2012 en el festival Un Canto para No Olvidar. Un carácter similar se escucha en la canción “De qué”, sumado al pulso ligero de “El amor a las hierbas salvajes” y al poder encerrado en “Yo enterré mis muertos en tierra”. Pero si Camila Moreno había sido expansiva en su inicio, la respuesta a la figuración que obtuvo con su primer disco pareció ser la de un segundo trabajo más introspectivo, con letras muchas veces escritas en primera persona singular y consistentes con el sonido dramático de “Caer”, obstinado de “Ya no tengo cuidado” e íntimo de “Raptado”, “Panal”, “Mandarina” y sobre todo “Te quise”.

Eléctrica, electrónica y acústica: nuevos discos
También fue explosivo el anticipo de su tercer disco. La cantante lanzó en enero de 2015 la canción “Libres y estúpidos” antes de permitir en febrero la descarga libre de ese nuevo trabajo, Mala madre (2015), durante un día, lapso en el que registró 75.509 copias bajadas.

Lanzado en vivo en agosto de 2015 en el santiaguino Teatro Cariola, el nuevo disco fue producido junto a Cristián Heyne, Cristóbal Carvajal y Tomás Preuss. Mala madre consolida la libertad de Camila Moreno para articular timbres acústicos y electrónicos, análogos y digitales en función de letras tan íntimas como desgarradas que parecen girar en torno a la pérdida: sonidos transmutados en la belleza de melodías como “Sin mí”, “Piedad” y “Julia” y el desenfado de “Máquinas sin dios” y la propia “Libres y estúpidos”, entre otras.

En paralelo a estos álbumes la cantante ha trabajado en discos compartidos como el citado Música X Memoria (2011) y Mala memoria (2014), también presentado por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, en el que produjo una canción de la cantante Vilú. Intervino también en el álbum doble Te veré volver (2014) en tributo a Gustavo Cerati, con una versión de “Zoom”, y su primer EP es Acústico San José (2016), grabado en la gira que emprendió en 2015 a Costa Rica, y que incluye las canciones “Cuatro heridas”, “Raptado / Ya no tengo cuidado”, “Sabré si al final” y “Sin mí”.

Rock al Parque, Vive Latino, La Mar de Músicas: giras y festivales
En paralelo al desarrollo de su música, Camila Moreno inició a poco andar un itinerario para mostrar su trabajo en vivo en otros países. Ha tocado en encuentros como la Expo Shangai (septiembre de 2010), el Festival del Cantar Opinando en Mendoza (mayo de 2012), el Festival Internacional de la Música en Guadalajara, con Andrea Echeverri y Carla Morrison (junio de 2012), Rock al Parque en Colombia (junio de 2012), Vive Latino en México, donde invitó a Ximena Sariñana (marzo de 2013), su regreso a Vive Latino, donde cantó además como invitada de Julieta Venegas (abril de 2014), entre otros.

Camila Moreno ha colaborado además en diversas producciones audiovisuales. En octubre de 2010 fue emitido por TVN el documental “Sitio 53″, dirigido por Rodolfo Gárate y con música de la cantante, sobre la construcción del embalse hidroeléctrico Ralco en territorio mapuche. En series de TV se ha escuchado wn su versión de la canción “El tiempo en las bastillas”, de Fernando Ubiergo, para la quinta temporada de la serie “Los 80″ (2012), y en la serie “Prófugos”, de HBO (2013), dirigida por el realizador chileno Pablo Larraín, con música de Camila Moreno y Juan Cristóbal Meza. Afianzada entre los solistas y grupos más reconocidos de su generación, Camila Moreno ha tomado siempre distancia de los supuestos en boga, sean los de la moda de los cantautores o los de un pop chileno establecido como industria promisoria, y en cambio se ha desmarcado de esas etiquetas con una música en movimiento constante.

Actualizado el 05 de agosto de 2022