Ana María Hurtado / Marisol García
Durante su breve primera etapa, el grupo logró imponer al menos un par de hits radiales ("Niña engreída", "Salón de emociones"), así como dejar forjado el camino para músicos que luego destacaron en otras agrupaciones (sobre todo, los hermanos Pedro y Archie Frugone). Viena fue el grupo del cual se escindió Anachena, y se rearmó como tal durante los años noventa, aunque tan sólo con su cantante original a bordo.
Amistad adolescente
Todos los integrantes de Viena se conocían desde la adolescencia, aunque debido a diferentes vínculos. Los hermanos Pedro y Archie Frugone eran amigos de Francisco Koch, y vecinos de Claudio Millán, un músico a cuya sala de ensayo solían saltar (literalmente) los Frugone adolescentes para pedirle consejos sobre discos e instrumentos.
Millán había iniciado en 1979 una constante trayectoria en el endeble entarimado pop/rock de esa época en Chile, y militado en bandas como Brain Damage y Los Rockmánticos (ambas, con Mauricio Clavería, futuro baterista de La Ley). Entre 1984 y 1985 vivió en Buenos Aires, Argentina, y regresó a Santiago decidido a formar una banda de pop. Buscó a los Frugone, pero éstos se habían ido a vivir a Estados Unidos (allí estudiaron, practicaron surf y formaron un grupo llamado Luxury).
Cuando regresaron, Pedro y Archie formaron por un tiempo el grupo Código junto a Koch e Ignacio Elordi como vocalista (futuro bajista en La Banda del Gnomo). No fue, entonces, sino hasta 1986 que pudo quedar conformado Viena con sus integrantes definitivos, y Millán como autoimpuesto líder. A falta de tecladista, el cantante improvisó en un mes la técnica para pasar a serlo, y así reproducir mejor la sonoridad que buscaban.
Sus influencias de entonces se nutrían de la explosión new-wave inglesa, con bandas contemporáneas, como Japan, Roxy Music, Brian Ferry, The Cure, Bauhaus, Joy Division y New Order. Sus primeros temas fueron, según Millán, construcciones a partir de embriones melódicos gestados antes en Los Rockmánticos (su ex banda). El proyecto interesó a EMI, que en 1986 les compró el master de su primera grabación, aparecida como cassette bajo el título Viena I y con el experimentado Hernán Rojas como productor. Fue el último contrato de los que hizo la compañía para una banda de rock en esos años. Radio Galaxia comenzó a tocar de inmediato el single "Niña engreída", un pop sofisticado y totalmente atípico dentro de la escena local que al poco tiempo le regaló al grupo su primer éxito.
Al contrario de la estrategia tradicional de promoción, el grupo quizo mantener un rato el misterio y solicitó que se tocara el tema sin mencionar el nombre de la banda ni su procedencia. «Entonces el público pensaba que no éramos un grupo chileno, y se hicieron fanáticos», recuerda Millán. De su salida a la luz pública, el primer hito estuvo en su aparición en "Martes 13", el muy formal estelar de la estación católica a donde llegaron como ahijados de Florcita Motuda. Los ejecutivos del canal se escandalizaron por la imagen «andrógina» de los músicos, y les recomendaron suavizar su vestimenta. Como Viena no obedeció (y protagonizó un inolvidable y maquillado show en vivo y en directo) se ganó para siempre el veto de UC-TV y su hombre entonces más poderoso, el director Gonzalo Bertrán. Así recordaba el incidente Millán en la revista El carrete:
«Nos rebelamos, y llegamos tan sólo unos minutos antes de nuestra actuación, con nuestro vestuario y maquillaje. Así no pudieron cortar nuestra aparición, pero fuimos censurados del canal y de radio Concierto, que en aquellos días trabajaban en conjunto. Al día siguiente nada fue lo mismo. Ya éramos famosos en todo Chile y de allí no pararíamos hasta casi cuatro años después».
Segundo álbum y ruptura
La producción del segundo cassette, Viena II, también estuvo a cargo de Hernán Rojas, y como invitados aparecían el saxofonista Sebastián Piga y las cantantes Javiera Parra y Gisa Vatcky, esposa del baterista. Las relaciones internas se habían ido tensionando, y el grupo terminó por separarse en 1988 en medio de fuertes recriminaciones de Millán, quien dijo sentirse ignorado en su función de líder y decepcionado de la labor promocional de EMI. Mientras sus ex compañeros se reagrupaban en torno al proyecto pop Anachena, el cantante se dedicó a acompañar como guitarrista las primeras giras solistas de Álvaro Scaramelli. Hacia 1991, Francisco Koch viajó a Los Ángeles, Estados Unidos, donde formó la banda Olive junto a su esposa.
A fines de 1994, Millán reflotó el nombre Viena, pero esta vez con el baterista Herman Brady, el tecladista Claudio Quiñones y el guitarrista Alfredo Landeros. El disco Xenos, con Millán como único integrante original, salió en 1995 y fue acompañado de una gira por el norte del país. Ese mismo año fue reeditado un disco con lo mejor de sus primeros dos trabajos, y Millán volvió a tocar con el nombre de su antigua banda en la sala de la SCD, en Santiago, en 1997.
El 18 de septiembre de 2003, Claudio Millán volvió a presentarse con el nombre de Viena, esa vez junto a Carlos Tepper en guitarra; Juan Ricardo Weiler en voz (ex Aparato Raro) y Germán Céspedes en el bajo (ex Aterrizaje Forzoso). Interpretaron tanto temas de Viena como de Aparato Raro y Aterrizaje Forzoso. Era el antecedente de lo que luego se conocería como a La Súperbanda de los 80. La nueva agrupación realizó una gira por Chile presentando los temas más recordados de sus respectivos grupos. La suerte de ese proyecto fue dispar, pero se dio por concluida hacia 2006. Desde entonces, Millán trabaja como parte activa de Viena junto a nuevos compañeros, con los cuales interpreta en vivo los temas de su antigua discografía. Así fue convocado al festival Las Voces de los '80, realizado en Santiago en junio de 2013.