David Ponce

Donato Román Heitman nació en Santiago el 4 de diciembre de 1915. Su padre tocaba el violín, su madre el piano y ambos cantaban dúos de zarzuelas, de modo que en ese entorno familiar el niño asistió ya a los siete años al estreno de la ópera Madame Butterfly en el Teatro Municipal de Santiago, y a los doce entró a estudiar al Conservatorio con maestros de música como Javier Rengifo.

Tenía dieciséis años cuando compuso ‘‘Welcome’’, una marcha de bienvenida a Eduardo VII, Príncipe de Gales, quien visitaba Chile. Y en 1934, a los diecinueve, dirigió la Orquesta Sinfónica de Chile en una obra propia: ‘‘Ballet del oro’’. Un año más tarde, aún en los inicios de su carrera, escribiría la sencilla canción que le valió el mayor reconocimiento. En adelante ‘‘Mi banderita chilena’’ fue grabada por el arpista Alberto Rey, Los Cuatro Hermanos Silva, Sylvia Infantas y los Cóndores y otros músicos.

No obstante ese éxito, Román Heitman extendió su repertorio a diversos ámbitos. Compuso obras sinfónicas, para piano y orquesta, ballet, música de cámara, trabajó con los autores Nicanor Molinare y Gustavo Campaña y compuso música de dieciséis películas chilenas. En una de ellas, Dos corazones y una tonada (1939), de Carlos García Huidobro, protagonizada por Ester Soré y Rafael Frontaura, la propia Soré cantó con Los Cuatro Huasos otra de las tonadas del autor, ‘‘Como el agüita fresca’’.

Una suite nerudiana
Román también escribió música para poemas de Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Suya es la suite ‘‘Neruda, canto infinito’’, con 24 piezas para solistas, coro, orquesta y ballet basadas en los libros Crepusculario (1923), Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) y Canto general (1950). Trabajó también en diarios y dirigió durante dieciocho años programas de música en radios Minería, Agricultura, Cooperativa y Santa Lucía.

Entre sus intérpretes, el dúo Sonia y Myriam inició su carrera en 1942 con canciones de Román Heitman y otros autores, Rosita Serrano grabó ‘‘¡Qué contento estoy!’’, Mario Arancibia hizo lo propio con el bolero ‘‘Entrégame el alma’’, Los Huasos Quincheros también abordaron su repertorio y Carmen Drago con Jorge Moncayo registraron en 1971 otra de sus tonadas célebres, ‘‘Río abajo’’ (1948). En 1956 formó el conjunto Villa San Bernardo, que también hizo suyo mucho repertorio del autor. El catálogo de Román llegó también fuera de Chile, recogido por los cantantes mexicanos Juan Arvizu y Pedro Vargas, quien grabó la tonada ‘‘Como el agüita fresca’’ y el bolero ‘‘Entrégame el alma’’.

A comienzos de los '60 Donato Román Heitman se estableció en Estados Unidos y vivió en ese país hasta 1993. Poco antes, en 1991, fue elegido por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor como Figura Fundamental de la Música Chilena, junto a la estrella de la tonada Ester Soré. Murió a los 88 años, víctima de una afección pulmonar, en el hospital de San Antonio, cercano al balneario de Rocas de Santo Domingo donde vivió sus últimos años. Uno de sus más recientes trabajos data de 1987, cuando fue llamado a componer música para Juan Pablo II con motivo de la visita papal al país ese año.