Gabriela Bade / Jorge Leiva

Cuando el rock se preparaba a volver en grande a la industria chilena de los años '90, el cantautor Quique Neira buscaba un espacio como vocalista y líder de un grupo más orientado al pop: Bambú. Con ellos logró probar suerte con relativo éxito. Un disco homónimo y un EP basado en un cover en clave reggae pop de Los Prisioneros (“No necesitamos banderas”) fue la producción que alcanzó Neira en esa primera banda. La experiencia, sobre todo, sirvió para probar también su temple de frontman y líder.

Ese primero período musical fue clave para que en 1997 Quique Neire se uniera a Gondwana, el más exitoso grupo de reggae en la historia de la música chilena. Con la banda nacia en La Pintana, grabó en tres álbumes ampliamente reconocidos, y legar al menos un clásico de la canción romántica de la época: "Armonía de amor".

En 2003, a un año de su salida de Gondwana, debutó con Eleven, el disco con el que rompió la camisa de fuerza del reggae y se abrió a otros estilos. En el álbum también podía escucharse soul y voces de distintos colaboradores, además de samples y un cover de Foxy ("Pensando en ti"), que le permitió una alta rotación en radios. Simultáneamente a la edición de ese álbum, Neira se ocupó en el papel de Jesucristo para la ópera rock Jesucristo superestrella, en un montaje de 2003 en el Teatro Providencia. Su actuación culminaba con un desnudo que fue ampliamente difundido por los medios de comunicación. Sólo fueron tres presentaciones durante el fin de semana santo de ese año, tras las cuales Neira se mantuvo cerca de su música.

Tanto así que apenas había editado Eleven, ya estaba pensando en las canciones de un sucesor. En 2005 apareció su segundo trabajo como solista: Cosas buenas. Allí se repetían las colaboraciones, con gente como Juan Sativo, de Tiro de Gracia, que lo acompañó en el sencillo "Lady". Esa canción y, sobre todo, "Cosas buenas", alcanzaron una alta presencia radial.

A fin de 2007, regresó a su raíz folclórica jaimaiquina, con Jah rock, en un disco que en su momento se definió como el "más reggae" de sus trabajos. Un claro mensaje espiritual y religioso (en el que el propio Neira llegó a decir que él era entonces "un instrumento de Dios") distinguió este tercer disco, que si bien tuvo menos presencia masiva en Chile, le abrió un camino internacional.

Pasos gigantes: la internacionalización 
En septiembre de 2007, durante la preparación de Jah rock, Quique Neira viajó por primera vez a México para cinco presentaciones promocionales, en lo que fue la antesala de su creciente agenda fuera de Chile. El año 2008 emprendió su primera gira europea y fue el primer chileno en presentarse en el Festival de Jazz de Montreux, en Suiza. En 2009, una temporada especialmente ocupada, actuó en Puerto Rico, México y Argentina. Desde entonces, Neira ha vuelto a dar conciertos en América y Europa.

Ese mismo año publicó un disco con versiones de remezclas dub del repertorio de Jah rock, y en 2010 realizó un llamativo concierto en la Isla de Pascua, que luego editó en el DVD Reggae en Rapa Nui. Ese intenso período musical se cerró en 2011, con un nuevo disco original y uno de los más importantes de su catálogo: Alma. Neira señalaba una intención de acercarse nuevamente a su país. Con una producción en un estudio portátil, Alma sumó grabaciones en Suiza, Suecia, Inglaterra y Austria, Jamaica, Puerto Rico, Venezuela, Argentina y Chile. Y la gira que le dedicó al álbum incluyó varias fechas en México.

"Alma", un tema suave, algo así como una balada reggae, fue el primer sencillo del disco, y se convirtió en uno de sus nuevo clásicos. También aparecieron otras grandes canciones: "Yo planto", donde testimonia su detención de varios días por mantener siete plantas de marihuana en su casa, y "Un poquito de ti", canción dedicada a su hija y que cantó junto a los entonces emergentes raperos de Movimiento Original. Alma también incluyó una llamativa versión de "La gotita" (de Ariel Arancibia, popularizada en 1963 por Gloria Benavides), que contó con la voz de su hermana Talulah. El tema reveló así la amplia paleta de colores en la música de Quique Neira.

Chileno del root
Con una actividad permanente dentro y fuera de Chile, en 2014 Quique Neira presentó otro nuevo disco de canciones originales, titulado Un amor. Por primera vez en su historia musical contó con un productor externo. Jason Farmer, músico jamaiquino con una nutrida experiencia en el reggae, le imprimió al disco un sonido más cercano a las raíces del género. Buena parte de los músicos que lo grabaron eran de Jamaica.

"Agua de la fuente" y "Chileno del root" fueron sus sencillos principales. También incluyó un tema en portugués y uno inglés, "Live another day", acompañado nada menos que por Ky-Mani Marley, uno de los hijos de Bob Marley.  "Chileno del root", a su vez, aparecía en una dimensión autobiográfica: hablaba de sus orígenes, su infancia en la comuna de San Ramón, y del niño que había alcanzado su sueño: "Creo que seguir siendo el mismo / El que cantaba en las calles / Un muchachito sencillo / El que soñaba ser amigo de Bob Marley".

En noviembre de 2015 celebró en el Teatro Caupolicán sus 25 años de historia musical, demostrando que su popularidad en Chile seguía gozando de buena salud. A la cita, con unos 3.000 asistentes, concurrieron grupos y solistas como Movimiento Original, De Kiruza, Ana Tijoux, Juan Sativo y su hermana Talulah Neira, quien había participado por 15 años en sus bandas como corista, además el astro de la canción José Alfredo Fuentes.

Al año siguiente Quique Neira adelantó su nuevo disco con la canción "Tus huellas". El álbum se presentó en 2017 con el nombre La vida es una canción, y con la mezcla temas nuevos y viejas canciones de su autoría (dos de ellas pertenecientes al período de Gondwana), que Neira regrabó especialmente para esta sesión. En 2018 continuó su recorrido por la historia, pero como intérprete de un breve cancionero de covers de de pop, de balada, e incluso uno de Víctor Jara.