El grupo de diez músicos, además de tres bailarinas, nació como resultado de la pandemia. El músico y director Juan Pastor Palacios ideó este proyecto tras sus años al frente de la compañía de nuevo circo Aborigen, que seguía la línea instalada por el Cirque du Soleil. Las restricciones sanitarias de 2020 impidieron el funcionamiento de este elenco de artistas circenses, de modo que Palacios comenzó el estudio del handpan, instrumento de percusión metálica con que trabajó en sonoterapia. Más adelante, con la convovcatoria de distintos músicos para grabar sus composiciones, alcanzó una fisonomía de ensamble que finalmente se proyectaría como Organik, parte de una serie de agrupaciones que cultivaron la world music desde distintos ángulos: Fractal, Kalimarimba, Orixangó, Kalfu, Ser o Dúo, Mousso o Detucunaatutumba, un o Junto con el handpan, incluye en su arsenal kora, djembé y dundún africanos, flautines celtas, duduk armenio, sitar indio, charango, quena y quenacho andinos y sonidos de instrumentos occidentales, piano, guitarra, bajo y batería.