Rodrigo Alarcón L.

Los músicos que a mediados de 2002 se unieron bajo el nombre Taladro Furioso ya tenían experiencia desde la década anterior, sobre todo en bandas punk y hardcore. De la actual formación, todos han participado en otros grupos: Alejandro Arce es parte de los metaleros Mar de Grises, Francisco Herrera integra Sacramento con ex miembros de Griz, Cristóbal Quintana ha tocado en los rockeros Orate y Sed y Matías Alarcón se reparte entre Orate, Enfermos Terminales, Taladro Furioso y Nada de Público.

Una vez juntos, el camino natural fue iniciar un recorrido de presentaciones en compañía de bandas como Hielo Negro, Tabernarios, Los Revoltosos y Orate. Esa compañía no es casual: varios de esos grupos han estado más o menos ligados a la Corporación Fonográfica Autónoma (CFA), el sello administrado por Fiskales Ad Hok que también guarda un lazo con esta banda.

Ese itinerario no se detuvo con la entrada de Cristián Vásquez, proveniente de Griz, como baterista. La música, por vocación furibunda y acelerada, se volvió también más estruendosa con la batería en manos de un ejecutante que había dado muestras de poder en su otra banda. Esta formación tocó también en ciudades alejadas de Santiago y entró al estudio de grabación a realizar su primer registro, en 2004. Pero el resultado no fue el esperado y apenas fue conocido por cercanos a los músicos.

En 2006 las actividades de Taladro Furioso se estancaron. La plaza de baterista quedó vacante cuando Cristián Vásquez grabó el cuarto disco de Griz y partió de gira a Europa con ese trío. Entonces se integró Alejandro Arce, viejo conocido del barrio. Con la nueva alineación retomaron las presentaciones en vivo –anotaron incluso un show acústico– e iniciaron un segundo intento en los estudios de grabación, un trabajo destinado a registrar el repertorio que por años han cultivado.

La revisión de esas canciones, siempre inclinadas a los riffs y solos de guitarra, es decidora. Una de ellas lleva por nombre "Rolling/DC". En otra, el vocalista entona "Te despiertas en la tarde, ya es hora de whiskear" y "Hace un mes que te dejó tu warrior y no tienes dónde clavarla". Son rasgos característicos de esta música: simple, clásica, furiosa.