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Frnacisco Rojas colideró la primera de esas bandas citadas como resultado de su interés temprano en el blues-rock desde la comuna de Ñuñoa, donde durante los '80 unos adolescentes alrededor suyo comenzaron a gestar lo que más adelante sería la primera generación de un rock territorial allí, representado por una serie de agrupaciones en los años '90. Una de ellas, y una suerte de síntesis de esos tiempos, es The Gutiérrez Experience (2000), banda del baterista y autor de canciones Felipe Gutiérrez, donde Rojas fue uno de los abundantes músicos allí.

Su presencia como cantante de blues y de rock, igualmente influencia por los bluseros negros como por figuras de un rock Mike Patton, le redituó popularidad en los tiempos de La Banda del Capitán Corneta, con la que protagonizó esa misma escena de rock, blues y "funky ñuñoíno", nutrida por otras agrupaciones afines: Mama Natura, Karmaos, Matahari y la banda del primer Jano Soto. Justamente este músico lo reclutó en 1996 como protagonista de una recordada versión de La pérgola de las flores, del compositor típico Francisco Flores del Campo. Allí, Pancho Rojas interpretó Tomás, junto a la cantante pop y soul Ema Pinto, en el papel de Carmela.

Disuelta en 1995 La Banda del Capitán Corneta, Rojas dio un paso más hacia el hard rock ese mismo año al consolidar el cuarteto Mandrácula, que tenía a otros "veteranos" de los Corneta: el bajista Miguel Pérez y su hermano baterista, Cristóbal Rojas, además del héroe de la guitarra eléctrica Vladimir Groppas, de un par de generaciones anteriores y quien tenía un bagaje amplio en el rock y la fusión.

Dos décadas más tarde Pancho Rojas concretó en un disco su proyecto solista, a través del autoral Desvelo. Y al año siguiente expuso su trabajo creativo también en el campo de la composición de música para la televisión, con Los muertos, banda sonora de la serie "Los muertos también hablan".