LaFloripondio

LaFloripondio
Foto: Alerce

De Villa Alemana a Alemania. Ése fue el salto de LaFloripondio desde su formación, en 1992, en la Quinta Región, a partir de un núcleo de amigos de esa localidad, al interior de Valparaíso. El cassette Muriendo con las botas puestas y la considerable difusión para "Pierre, no doy una" marcó el comienzo del recorrido, siempre en la cornisa del rock cayendo hacia el ska, el punk, el funk y la música tropical. Clave para la banda ha sido su líder, Aldo Asenjo (Macha), quien ha llevado el peso público de un proyecto transhumante y de movimiento perpetuo, y que el músico mantiene en paralelo a otras varias bandas de diferentes características. Desde Villa Alemana a Santiago, y, luego, desde Chile a Europa. Allí se mantiene LaFloripondio con presentaciones constantes e invitaciones frecuentes a festivales internacionales.

Ficha

Años

Villa Alemana, 1992 -

Región de origen

Valparaíso

Décadas

1990 |2000 |2010 |

Géneros

Integrantes

Macha (Aldo Asenjo), voz y guitarra (1992 - •).
Víctor Tuto Vargas, bajo (1992 - • ).
Fritz Demuth, batería (1992 - •).
Luis Toto Álvarez, guitarra (1992 - 1994).
Rodrigo Pescao Neira, guitarra (1994 - •).
Alejandro Ibáñez, trompeta (1994 - 1996).
Juan Gronemeyer, percusión (1994 - •).
Chico Migraña (Gabriel Muñoz ), saxo (1997 - •).
Luigi, saxo (1997 - 2000).
Michael Magliochetti, trompeta (2001).

LaFloripondio

De Villa Alemana a Alemania. Ése fue el salto de LaFloripondio desde su formación, en 1992, en la Quinta Región, a partir de un núcleo de amigos de esa localidad, al interior de Valparaíso. El cassette Muriendo con las botas puestas y la considerable difusión para "Pierre, no doy una" marcó el comienzo del recorrido, siempre en la cornisa del rock cayendo hacia el ska, el punk, el funk y la música tropical. Clave para la banda ha sido su líder, Aldo Asenjo (Macha), quien ha llevado el peso público de un proyecto transhumante y de movimiento perpetuo, y que el músico mantiene en paralelo a otras varias bandas de diferentes características. Desde Villa Alemana a Santiago, y, luego, desde Chile a Europa. Allí se mantiene LaFloripondio con presentaciones constantes e invitaciones frecuentes a festivales internacionales.

Gabriela Bade / Marisol García

Energía en vivo
Durante su tiempo en Chile, LaFloripondio se mostró como una de las bandas más trabajadoras del medio, con presentaciones constantes e intensas en los escenarios disponibles para el rock. Largas jornadas de rock y cervezas, e improvisación con sabor a funk y punk, dieron forma a su música, azuzada por su ironía y sentido del humor. La manda del ladrón de Melipilla (1995) fue su debut, un disco con un single que merecía mayor difusión ("Guata al sol"), una aparición de Claudio Fernández (Supersordo), un cover de Sumo y un guiño en "Señores pasajeros" a una de las bandas favoritas de Macha, Electrodomésticos.

Era un disco grabado con muy pocos recursos, y que sellaba una historia que se remitía hasta los tiempos de colegio de Macha y sus largas tardes de vino en caja, rock argentino, fusión chilena (tipo Congreso) y punk inglés junto a sus amigos Víctor Tuto Vargas y Fritz Demuth. Poco más podía hacerse en la aburrida Villa Alemana circa dictadura. Macha encauzaría su interés por la música primero en estudios de Música y Sonido en Playa Ancha y Santiago, respectivamente, y luego como frontman del proyecto El Trío, de corta vida. A partir de 1992, asumiría como cantante de la ecléctica LaFloripondio.

Desde un comienzo, la energía de sus conciertos no tenía parangón. Una fuerza auténtica, pero «que molesta, como una piedra en el zapato», en palabras de su líder. Tanto así, que el circuito chileno comenzó a entramparlos en un circuito de difusión más reducido que sus expectativas. Que eran «demasiado chilenos para Chile» llegaron a decirles en una radio. Una exitosa primera gira por tres ciudades alemanas, en 1997, y otra aún más larga en 1998 dejó al grupo entusiasmado con la idea de una mudanza a Europa. Desde entonces, la banda vive medio año en Berlín y medio año en Chile.

Atontaguayoprensao (1997) fue un registrado antes de esa primera itinerancia, difundido principalmente por el tema "Zunga’e cuero". Sería el último álbum anclado en Villa Alemana, antes de la autogestionada y definitiva internacionalización de la banda.

La cumbia
Su distancia de Latinoamérica exacerbó el gusto de la banda por lo tropical, y su repertorio comenzó a teñirse cada vez más de ritmos caribeños. Según Macha, «la banda supo acoger su tradición y ponerla al servicio de su nuevo público sin contradicciones». Tanto fue agitándose ese nuevo repertorio, que el grupo decidió encauzarlo en un proyecto paralelo: Chico Trujillo, un grupo especializado en cumbia.

Durante sus nuevos viajes surge el disco Dime qué pasa (2001), grabado entre Holanda, Santiago y Villa Alemana. Contenía uno de sus temas más conocidos hasta ahora: "Bailando como mono", aunque también temas de crítica, como "Matar al presidente". Ya embarcados en una doble vida geográfica (Chile y Alemania) y una doble militancia profesional (LaFloripondio y Chico Trujillo) los músicos se acomodaron al movimiento como estilo y filosofía. Su disco Paria (2005), marcado por el dub y el reggae, reflejó el aprendizaje pero también las dificultades de esa opción:  «Cuando viajábamos por Europa veíamos todo muy grande, con infraestructuras gigantes, todo era un golpe cultural cuático. Decir 'paria' era como lo más cercano a nuestra realidad. Éramos tipos insignificantes caminando en la calle, acarreando nuestros instrumentos y ajenos a todo ese desarrollo», le contaba a Zona de Contacto.

Actualizado el 22 de enero de 2020