Nuevo disco de los Fiskales Ad-Hok
Tras cinco años de intensos cambios y redefiniciones, la banda más importante del punk chileno lanza el sucesor de Calavera.
lunes 18 de septiembre de 2006
No hay que ser fanático acérrimo de los Fiskales Ad-Hok para sentir un poco de ansiedad por su venidero disco. La influyente banda de punk chileno no ha publicado material de estudio desde Calavera (2001), el disco en el que el grupo apostó por primera vez en su historia por la autogestión completa (sin sellos, productores ni distribuidores de apoyo), afianzando así la labor de su propia disquera, C.F.A.
Han pasado cinco años desde entonces, el lustro quizás más acontencido de su carrera, con sucesivas etapas de separación, reunión ingreso de integrantes y nuevos viajes al extranjero (como su segunda gira a Europa, en el 2004). Además, fue en esta etapa que la banda se vio convertida en una sorpresiva institución de la cultura marginal a los ojos masivos gracias a la enorme difusión que logró el documental Malditos. La historia de Fiskales Ad-Hok, dirigido por Pablo Insunza y con vistosos premios hace dos años en los festivales de Cine de Valparaíso y de Documentales de Santiago (el trabajo ya se encuentra editado en DVD).
Pero es hora de volver a concentrarse en nuevo material, y la banda se siente especialmente firme para el trabajo de preproducción que iniciarán en agosto y que los tendrá en estudio durante el mes de septiembre (cuando también viajarán a Argentina para cuatro fechas en Buenos Aires y provincias). Hoy Fiskales es un quinteto que integra a Roli Urzúa (bajo), Álvaro España (voz), Juan Pablo Arredondo y Álvaro Rozas (guitarras), y Memo Barahona (batería).
"Ya hicimos un sacrificio por nuestro sello y por otras bandas que grabaron allí", dice Roli Urzúa del tiempo de trabajo y afianzamiento del sello C.F.A., la etiqueta de Fiskales fundó hace diez años y que desde entonces ha podido editar material de bandas como Supersordo, Políticos Muertos y Lilits. "Este próximo disco será el resultado de saber que ya nuestro turno".
Según el bajita, Calavera es un disco que se ha transformado sonoramente en vivo, a partir de un resultado que nunca los dejó satisfecho, y que ahora intentarán reivindicar: "Fue un disco inmadurísimo, que grabamos cuando recién teníamos el estudio y sin que nadie supiera manejar una perilla ni un software. Pero fue el disco que permitió que tuviéramos nuestro estudio, y en ese sentido jamás podríamos arrepentirnos de haberlo hecho".
Fiskales celebra veinte años de historia, desde su formación en el contexto de disidencia interdisciplinaria a Pinochet, gestado durante los años ’80 en locales como el Trolley y el Garage de Matucana a partir del trabajo interconectado de pintores, actores y músicos. "Aprendimos a tocar sobre el escenario", dicen hoy sobre ese tiempo de enorme espontaneidad y urgencia. Hoy Fiskales es el único grupo sobreviviente de una época en cuyo recuerdo se permiten descansar, y que los obliga a buscar nuevos blancos de su eterna incomodidad con el sistema.
"Con el esnobismo que hay acá, me causa mucha satisfacción que la política de la banda esté al día", dice Roli, parte de un grupo que se hizo presente en tres de las recientes tomas que estudiantes secundarios de Santiago y Valparaíso organizaron para protestar por la mala situación de la educación pública del país. Parte de esa misma crítica será, sin dudas, la que saldrá el próximo 20 de julio, cuando el grupo se presente en el Estadio Víctor Jara junto a los chilenos Sandino Rockers y los argentinos Todos Tus Muertos.