Larga vida, cueca larga
Por los cien años del antipoeta parrafraseamos “La cueca larga”: es Nicanor Parra en vinilo del ’60.
viernes 17 de julio de 2015
Según la bibliografía de Nicanor Parra compilada por Federico Schopf y citada por la Universidad de Chile, “La cueca larga”(1958) es el cuarto libro del antipoeta chileno luego de “Cancionero sin nombre” (1937), “Poemas y antipoemas” (1954) y de los poemas de “Ejercicios retóricos” (1954), publicados en la revista “Extremo Sur”. Para 1958 el mayor de los Parra Sandoval tenía cuarenta y cuatro años y todavía faltaba trecho para futuras publicaciones como la antología “Obra gruesa” (1969), las postales de “Artefactos” (1972), “Sermones y prédicas del Cristo de Elqui” (1977) y “Hojas de Parra” (1985) entre otras. Pero con ese libro Nicanor Parra incorpora además un disco a su historial. Porque dos años después de editado el texto original, “La cueca larga” (1960) fue también el primer volumen de la colección discográfica “La voz de la poesía”, publicada por la Editorial Universitaria.
Se trata de un disco single en vinilo que por una cara contiene las “Coplas del vino”, “El chuico y la damajuana” y un “Brindis”, y por el otro “La cueca larga”, todos versos de Nicanor Parra. La recitación está a cargo del actor Roberto Parada, la guitarra en manos de Violeta Parra, entregada a diversos punteos que van desde el canto a lo divino hasta la cueca, y las ilustraciones son obra reconocible del pintor Nemesio Antúnez. Fiel a su nombre, el poema es una cueca que se inicia con la cuarteta inicial de rigor (Voy a cantarme una cueca / Más larga que sentimiento / Para que mi negra vea / Que a mí no me cuentan cuentos), pero que luego da pie no a las dos seguidillas habituales en toda cueca, sino a cuarenta y siete seguidillas antes del remate. Esta es la versión completa del poema tal como figura transcrito en el sitio dedicado por la Universidad de Chile a Nicanor Parra.
Voy a cantarme una cueca
Más larga que sentimiento
Para que mi negra vea
Que a mí no me cuentan cuentos.
Los bailarines dicen
Por armar boche
Que si les cantan, bailan
Toda la noche.
Toda la noche, sí
Flor de zapallo
En la cancha es adonde
Se ven los gallos.
Cantan los gallos, sí
Vamos en uno
Esta es la cueca larga
De San Beniuno.
No hay mujer que no tenga
Dice mi abuelo
Un lunar en la tierra
Y otro en el cielo.
Otro en el cielo, mi alma
Por un vistazo
Me pegara dos tiros
Y tres balazos.
Me desarmara entero
Vamos en cuatro
Hacen cuarenta días
Que no me encacho.
Que no me encacho, cinco
Seis, siete, ocho
Tápate las canillas
Con un gangocho.
Con un gangocho, sí
Vamos en nueve
Relampaguea y truena
Pero no llueve.
Pero no llueve, no
Dos veces cinco
Entre Cucao y Chonchi
Queda Huillinco.
Qué te parece, negra
Vamos en once
Si te venís conmigo…
¡Catre de bronce!
Catre de bronce, mi alma
Si fuera cierto
Me cortara las venas
Me caigo muerto.
Muerto me caigo, doce
Y una son trece
Esta es la cueca larga
De los Meneses.
De los Meneses, sí
Catorce, quince
Esos ñatos que bailan
Son unos linces.
Son unos linces, mi alma
Mueven los brazos
Y a la mejor potranca
L’echan el lazo.
L’echan el lazo, sí
Dieciséis días
Se demoran los patos
En sacar cría.
En sacar cría, ay sí
Por un cadete
Se suicidó una niña
De diecisiete.
De diecisiete, bueno
Yo no me enojo
La libertad es libre
¡Viva el dieciocho!
Cae el agua y no cae
Llueve y no llueve
Esta es la cueca larga
Del diecinueve.
(Zapateadito)
Esa dama que baila
Se me figura
Que le pasaron lija
Por la cintura.
Por la cintura, ay sí
Noche de luna
Quién será ese pelao
Cabecetuna.
Yo no soy de Santiago
Soy de Loncoche
Donde la noche es día
Y el día es noche.
Yo trabajo en la casa
De doña Aurora
Donde cobran quinientos
Pesos por hora.
Pesos por hora, ay sí
¿No será mucho?
Donde los sinforosos
Bailan piluchos.
Piluchos bailan, sí
Pescado frito
En materia de gusto
No hay nada escrito.
Nada hay escrito, Talca
París y Londres
Donde la luna sale
Y el sol se esconde.
En la calle San Pablo
Pica la cosa
Andan como sardinas
Las mariposas.
Tienen unas sandías
Y unos melones
Con que cautivan todos
Los corazones.
La Rosita Martínez
Números nones
Se sacó los botines
Quedó en calzones.
Y la Gloria Astudillo
Por no ser menos
Se sacó los fundillos
Y el sostén-senos.
El sostén-senos, sí
Domingo Pérez
Como las lagartijas
Son las mujeres.
Son las mujeres, sí
Pérez Domingo
Lávate los sobacos
Con jabón gringo.
Una vieja sin dientes
Se vino abajo
Y se le vio hasta el fondo
De los refajos.
Y otra vieja le dijo
Manzanas-peras
Bueno está que te pase
Por guachuchera.
Por guachuchera, sí
Rotos con suerte
Bailen la cueca larga
Hasta la muerte.
(Zapateado y escobillado)
Yo no soy de Coihueco
Soy de Niblinto
Donde los huasos mascan
El vino tinto.
Yo nací en Portezuelo
Me crié en Ñanco
Donde los pacos nadan
En vino blanco.
Y moriré en las vegas
De San Vicente
Donde los frailes flotan
En aguardiente.
En aguardiente puro
Chicha con agua
Por un viejo que muere
Nacen dos guaguas.
Nacen las guaguas, sí
Chicha con borra
No hay mujer que no tenga
Quien la socorra.
Al pasar por el puente
de San Mauricio
Casi me voy al fondo
Del pricipicio.
Y al pasar por el puente
De San Mateo
Me pegué un costalazo
Me... puse feo.
(A la tripa-pollo)
En la punta de un cerro
De mil pendientes
Dos bailarines daban
Diente con diente.
Diente con diente, sí
Papas con luche
Dos pajarillos daban
Buche con buche.
Buche con buche, sí
Abrazo y beso
Dos esqueletos daban
Hueso con hueso.
Hueso con hueso, ya pus
Pancho Francisco
No te estís figurando
Que soy del fisco.
Que soy del fisco, sí
Los ruiseñores
No se cansarán nunca
De chupar flores.
Estornudo no es risa
Risa no es llanto
El perejil es bueno
Pero no tanto.
Anda, risa con llanto
Se acabó el canto.
Foto: cubierta de Nemesio Antúnez para el disco "La cueca larga" (1960, Editorial Universitaria).