Administrada por los músicos María Esther Zamora y Pepe Fuentes, el segundo piso de Avenida Matta 483, en la esquina con calle Lima, es foco de reunión para la gastronomía, el baile y el canto típicos. Desde 1983 ha sido espacio de referencia esencial para la cueca.
Banderinas y banderas, pañuelos al aire y zapateo, cazuelas y pebre: no son en este lugar excepciones de una fecha específica, sino la norma en su funcionamiento regular.
La Casa de la Cueca es como una celebración patria permanente, y apreciada como tal por visitantes pero también por alumnos de baile y por músicos, que encuentran allí la tradición en directo y sin mediación que la distorsione. «El 18 permanente» invitan en sus redes a sus clases de baile (dos veces por semana) y almuerzos (primer domingo de cada mes) para los que suelen agotarse los cupos, sin necesidad de promoción.
Los anfitriones
El matrimonio de María Esther Zamora y Pepe Fuentes fue, desde 1983, la pareja que sostuvo la Casa de la Cueca en toda su excepcional identidad. Basta revisar sus biografías para entender que el lugar no puede sino tener una fuerte impronta musical.
Ella es heredera de una tradición relevante, hija del folclorista Segundo Zamora (autor de las cuecas "Adiós Santiago querido", "Mándame a quitar la vida" y "El marinero"), y desde joven destaca como intérprete de cuecas, tonadas, tangos, boleros, valses y otros ritmos populares.
Él suma más de seis décadas de música en Chile y el extranjero, como cantor y guitarrista, y con oficio destacado en la cueca y el tango. Fue parte de conjuntos históricos, como Fiesta Linda en los años '50 y Los Pulentos de la Cueca, en los '80.
Juntos como pareja desde los años ochenta, mantuvieron la iniciativa de un espacio de encuentro en torno a la cueca primero como oferta itinerante, sin sede fija, en lugares de Santiago que arrendaban por ocasiones para montar la fiesta. Hasta que llegaron a la gran casa de dos pisos en la esquina de Avenida Matta y calle Lima, que les sirvió como hogar, y sólo después de una profunda reparación por su mal estado, en la sede para sus convocatorias.
Los encuentros de la definitiva Casa de la Cueca comenzaron en 1983.
Los visitantes
Los muchos objetos sobre las paredes no son sólo adornos, sino información histórica. Un muro sirve de tributo al cuequero Segundo Zamora, y otro a leyendas folclóricas como Margot Loyola y Los Chileneros.
Abundan las fotos de visitantes de renombre: Álvaro Henríquez, los mexicanos Café Tacuba, Gepe, Los Bunkers, Los Jaivas, Daniel Muñoz, el tenista Fernando González y hasta la célebre bailarina alemana Pina Bausch. Con algunos de ellos, María Esther y Pepe han forjado amistad y colaboración musical concreta. Es un ida y vuelta en torno a la tradición cuequera que nutre a los visitantes pero también a la escena capitalina completa. El 2020 fue un año difícil para el histórico espacio: La pandemia restringió su actividad, y en diciembre falleció el anfitrión Pepe Fuentes.
—MusicaPopular.cl
Barrio Matta