Por diversas razones, Nahuel Jazz Quartet ha sido definido como uno de los principales álbumes en toda la historia del jazz chileno. El musicólogo Álvaro Menanteau —autor precisamente de la Historia del jazz en Chile (2003)— pone especial atención a este LP grabado para el sello independiente Ediciones L.R. Ortiz por el ingeniero Rafael Hidalgo, subrayando aspectos que lo instalan como hito: la primera grabación de un disco monográfico por un conjunto plenamente establecido y profesional. Pero estéticamente se trata de una obra acabada de jazz moderno muy próxima al cool jazz de los años '50, mientras que musicalmente ostenta una categoría patrimonial innegable. Aquí está la primera formación del Nahuel Jazz Quartet, con Omar Nahuel (piano), Patricio Ramírez (saxo alto), Alfonso Barrios (contrabajo) y el veterano de 22 años Orlando Avendaño (batería). Se incorpora, además, Patricio Lara (clarinete), músico invitado a las intervenciones de "Tranquilo" (Lara y Ramírez), que tiene cierto carácter hard bop, el blues "Here it is" (Dizzy Gillespie) y "Donna Lee" (Charlie Parker), un declarado bebop. Estos músicos habían estado cimentando su jerarquía ya desde 1960, con actuaciones en el Club de Jazz, una temporada como elenco adjunto para la obra Sabor a miel en el Teatro La Comedia y una reciente participación en el Festival Internacional de Jazz de Mar del Plata, de modo que en las sesiones que se efectuaron el 2, 15 y 29 de mayo de 1963, el cuarteto es virtualmente un único instrumento. Así, mucho más que el repertorio se pone en relieve el concepto y la cualidad de un sonido, con un conjunto en plena forma y conectado en una interpretación siempre equilibrada. A trío en la balada "That old feeling" (Brown y Fain) o a cuarteto en el blues "L.R. 361" (Nahuel y Ramírez), y sobre todo en momentos a todo swing como en "But not for me" (Gershwin) el Nahuel Jazz Quartet termina por refrendar con música las observaciones que los historiadores del jazz han puesto por escrito. —Iñigo Díaz