En el relato de La prenda, el primer disco de María Segú, brotan emociones y momentos íntimos de desgarro, visceralidad, lamento, melancolía y soledad profundas que parecen representar lluvias invernales valdivianas y delirios de la capital. Aquí ella, como compositora, cantautora y sobre todo experimentadora, sintetiza sus propósitos creativos en un espacio donde se reúnen influencias diversas. El jazz en su fundamento, pero también un tipo de canción de raíz folclórica donde se filtra la figura de Violeta Parra ("Rompe el arpa", "La prenda"). También aparecen momentos a modo de balada jazzística con el saxofonista Claudio Rubio ("Furia de la furia"), de electricidad en distintas dimensiones ("Nona") y de electrónica ("Qué es si no el delirio"). El disco presenta piezas con textos de importante peso poético ("Aspirinas"), en una música llevada adelante por María y Los Templos, vale decir, María Segú (guitarra) junto a los músicos de jazz Camilo Aliaga (teclados), Jorge Vargas (bajo eléctrico) y Edzon Maqueira (batería). La obra fonográfica se complementa con la edición de un poemario que, con el mismo título de La prenda, revela encuentros y tensiones detrás del imaginario de la artista. —Sebastián Zúñiga