Siempre sustentado en la idea de un folclor en movimiento y transformación, la cantora y autora Fabiola González lanza su tercer disco alrededor de la figura de la "hija natural" como símbolo de la cultura latinoamericana: una hija no reconocida, representada aquí por su rostro, el de una mujer de cabellos trenzados, que se da en todo el continente. Presenta musicalizaciones para poemas de Benedetti ("¿De qué se ríe'") y del payador Manuel Sánchez ("Cueca eléctrica", junto al músico de rock Angelo Pierattini, y "Arauco", con el tenor pehuenche Miguel Ángel Pellao), además de otra serie de composiciones entre las que alternan canciones y cuecas. La Chinganera vuelve a explorar el canto a lo poeta, universo del que ella estaba siendo parte en esos tiempos, junto con el uso de afinaciones campesinas para varias piezas, por ejemplo "Velorio del angelito" (por orilla) y "Cueca larga de mujer" (por trasporte). En esa propuesta sonoridades para el folclor más allá de la tradición, se incorporan músicos de distintos ámbitos, como el saxofonista de fusión Pedro Villagra, el bajista Marcelo Córdova, el músico andino Juan Flores, el baterista de jazz Carlos Cortés, la cantautora Evelyn Cornejo y el músico de Inti-Illimani Jorge Coulon. —Iñigo Díaz