Tras la experiencia de elaboración de música a partir de combinaciones, sus cuartetos y quintetos de jazz y la puesta en marcha de su Orquesta del Viento, que llegó a incluir ocho músicos, Raimundo Santander se aisló en su propia casa del barrio Matta durante los inciertos tiempos de la pandemia. Ese ejercicio de retiro, a horarios de madrugada, se tradujo en una intimidad profunda con la guitarra, con la música y consigo mismo, lo que se expone en esta serie de soliloquios donde el músico atraviesa varias fronteras. El tesoro del presente se sitúa en lo que se ha denominado como "instrumental contemporáneo", una música en esencia acústica, que toma elementos del jazz, la fusión, el folk y el folclor. Santander utiliza la guitarra eléctrica para sus observaciones de la "Anticueca N° 3" y "El pingüino", de Violeta Parra; la guitarra traspuesta (con afinación por tercera alta), para "Naima", de John Coltrane; la guitarra española para "After the rain", también de Coltrane, y la guitarra barítono para su composición "Min y Wel". Además, toma el guitarrón chileno en su "Sigo tus pasos", aunque no como un guitarronero del canto a lo divino, sino como un guitarrista contemporáneo, accediendo de este modo a una libertad mayor. —Iñigo Díaz