Primer disco solista de un entonces muy joven Vicente González, quien lidera un cuarteto con guitarra y saxo tenor, formato presente sobre todo en el jazz contemporáneo de la década de 2000, como los de Kurt Rosenwinkel y Mark Turner, que él considera influyentes. Forman el conjunto jazzistas de esa misma generación cero-cero: Agustín Moya (saxo tenor), Milton Russell (contrabajo) y Félix Lecaros (batería), sobre todo en momentos en que González presenta sus composiciones. En cambio, en el repertorio standard que escoge, utiliza un trío con el bajista Luciano González, su hermano mayor, y el propio Lecaros en la batería. De este modo, el álbum alterna los lenguajes, las aproximaciones a la música y las sonoridades entre cuarteto acústico y trío eléctrico.