Marisol García

Paolo Meli Pastorella nació en Italia y llegó a Chile a los ocho años de edad. Comenzó como cantante a fines de los años sesenta, cuando el auge de la Nueva Ola daba pie a un repertorio romántico más diverso y cosmopolita. Cuando ya había impuesto “Abrázame y quiéreme” y “El bikini amarillo”, el triunfo de “Es de noche ya” (de Reinaldo Tomás Martínez) en el Festival de Viña del Mar 1975 terminó de consolidar a Paolo Salvatore con su voz grave e impronta de galán estival. Desde entonces y hasta el final de la década fue presencia segura de “Sábados Gigantes” y otros programas televisivos, que lo convirtieron en una figura asociable al entretenimiento familiar y la canción familiar e inofensiva.

Pero en los años ochenta, su decisión de radicarse en España lo alejó parcialmente del público chileno. En Europa, un contrato discográfico con Hispavox y RCA distribuyó su música por toda España y parte de Europa. En esta nueva etapa de trabajo surgieron hits como “El tomavista”, “El toro y la luna” y “La ladrona”.

Un delicado diagnóstico médico decidió su regreso a Chile, dos décadas después de su partida. Retirado de la actividad musical, Paolo Salvatore trabajó en negocios personales a partir del año 2000, combatiendo primero un cáncer al pulmón, y luego un tumor cerebral que terminó finalmente con su última hospitalización y muerte. Su fallecimiento fue una noticia ampliamente difundida en España, demostrando el arraigo de un repertorio que no por liviano ha dejado de ser querido y recordado.