Primer disco de la compositora, pianista y cantante Milena Viertel, quien utiliza el trío de jazz que venía tocando entonces con Francesca Ancarola como apoyo, formado por Federico Dannemann (guitarra), Rodrigo Galarce (contrabajo) y Daniel Rodríguez (batería). Entre sus piezas autorales, Viertel incluye "Un hombre de la calle", composición de 1942 de Fernando Lecaros Sánchez, en un estilo revisionista del jazz melódico de la época en Santiago.

La investigación iniciada en 2011 por la compositora Milena Viertel en la Universidad de Chile a través del proyecto “Resignificación de la estética de la obra de Violeta Parra en el Chile actual” se concretó sónicamente en 2017, el año del centenario de su nacimiento. Violeta de Chile corresponde a un conjunto de seis obras contemporáneas, para voz, piano, cello, contrabajo y batería, o bien a una sola obra en seis movimientos. Su soporte fundamental viene a ser el intertexto que la autora define a partir de la evocación o la provocación generada por la música, los juegos rítmicos y los fieros discursos de Violeta Parra en torno al amor, al género, a la desigualdad social o a los pueblos originarios. Grabado entre Santiago y Nueva York con músicos como el baterista de Congreso, Sergio Tilo González, la cellista estadounidense Jennifer Vincent y el legendario contrabajista de jazz Ron Carter, la música estalla en un torbellino alrededor del piano y de una voz de características silvestres. Aquí no solo se vuelven a poner en relieve los discursos de Violeta Parra sino que queda en evidencia que se trata de discursos indestructibles en el tiempo. "Yerma" conecta con "El gavilán", que anticipa la aniquilación del amor, con el texto nuevo de "Te perdí, te perdí", en lugar del original "Yo te qui, yo te qui". Ejemplos de intertextos ocultos como este hay muchos: la “Anticueca de la vida”, ahora con piano, transforma la danza en una pieza contemporánea como lo fueron las cinco anticuecas originales, o bien "Son injusticias de siglos”, que grafica el saqueo al mundo mapuche, siempre con la inspiración de "Arauco tiene una pena". —Iñigo Díaz