Hasta fines de 2002, a Leandro Martínez era posible escucharlo cantar en escenarios informales. Desde las apariciones en pubs menores hasta trabajos como los de animación en eventos e incluso matrimonios. Entre sus características fue precisamente una perseverancia la que lo llevó al éxito. Llegó al casting de la primera generación de “Rojo” e inmediatamente encantó a productores musicales con su trabajo de voz voluminosa, y el dramatismo de la interpretación de canciones románticas. Martínez recordaba a los solistas latinos de los '80, comenzando por el chileno Luis Jara.
En la final debió contentarse sólo con la segunda plaza, ubicación suficiente para que los ejecutivos de la disquera lo contrataran para grabar un álbum de música romántica. Un punto de partida que se llamó Todo lo que soy y alcanzó disco de platino con más de 20 mil copias vendidas gracias a singles como “Te quiero” o “Como duele”. Poco después Martínez ya tenía competencia entre los baladistas del programa con la llegada de Mario Guerrero, pero continuó adelante respaldado por BMG y con nuevos trabajos.
El deseo de amar (2005) y Nostalgia (2006) confirmaron su posición como figura pop y la balada latina de su época. El primero de ellos con la participación de Leonel García (del dúo Sin Bandera) con la canción “Deja de llorar”, mientras que el segundo resonó en las radios con el single "Quien". Para 2009, a seis años de su aparición en "Rojo", Leandro Martínez ya estaba totalmente desvinculado de la industria televisiva y de las grandes disqueras que lo promovieron en su primera etapa.
Presente y futuro: después de "Rojo"
En su cuarto disco, Mi presente, el baladista tomó todo el control sobre el producto y por primera vez se lanzó en la autoría de todo el cuerpo de canciones ("Aunque digas que me amas", "Y ahora dime", "Cómo agradecer, "Todo lo que soñé"), que produjo, editó y publicó personalmente, dando cuenta así de una tendencia de autogestión de quienes fueron las estrellas de la balada pop de esa década en TV.
El 2011 —con esa misma lógica de independeincia— regresó al repertorio treadicional, y en el disco Huellas reunió varios clásicos de los '80 del cancionero latino (como Sergio Fachelli, Franco Simone o Raphael, y de chilenos como Alberto Plaza y Pablo Herrera), cuya promoción coincidió con su participación en la competencia del Festival de Viña del Mar, en febrero de 2012. Huellas fue reeditado por el sello Feria Music a fines de ese mismo año, inciando un nuevo proceso promocional.
En sintonía con grabaciones de otros artistas de la música romántica que incursionaron en repertorios folclóricos, típicos y de tonadas, como Luis Jara, Gloria Simonetti o Ginette Acevedo, Martínez siguió adelante en su acometida en la música, con su propio sello editor, LM Producciones, y el disco Mi Chile romántico (2013), donde interpretró canciones como "Viva Chile" (Luis Bahamonde), "Si vas para Chile" (Chito Faró), "Qué bonita va" (Francisco Flores del Campo) o "La jardinera" (Violeta Parra).
Actualizado el 16 de junio de 2017