Iñigo Díaz

A mediados del 2006, luego de su tercera exposición individual, inició el proceso de composición de canciones acústicas, introspectivas y con un fuerte carácter de melancolía y soledad. Siguió una línea sonora descrita por el folk de Bob Dylan y otra variante de estilo de literatura cercana a Leonard Cohen. Pero también Hutinel aparece entrelazado con el idioma de los primeros cantautores independientes españoles como Diego Vasallo, Nacho Vegas o Quique González y que en definitiva lo acercó a otra camada: la de los cantautores chilenos independientes como Leo Quinteros, Rodrigo Jarque, Pablo Rivas, Fernando Milagros o el prolífico Javier Barría.

Fue justamente Barría quien produjo su segundo trabajo, luego de que durante 2007 y 2008 el cantautor capitalino realizara activas temporadas en cafés del Cerro Concepción en Valparaíso y en lugares concurridos por universitarios en Viña del Mar. Hutinel y Barría se conocieron durante este período, intercambiaron puntos de vista y en 2009 concretaron este acercamiento en el álbum Putas tristes, con otro set de canciones olvidadas y tristes del autor viñamarino.