El guitarrista y líder del colectivo de acid jazz Júpiter Jack, Óscar Sepúlveda, recuerda a Loretto Canales con uniforme escolar en los ensayos del grupo hacia el año 2000. Ella fue la primera cantante de un proyecto que tuvo una larga sucesión de frotwomen (Elisa Arteche, Lory Nielsen, una primeriza Camila Meza o Tiare Galaz) y con el cual su voz tomó una primera forma. Para entonces ya estudiaba canto con la maestra Ana María Meza en Projazz.

En 2002 participó del espectáculo “Natural Mistk”, en el número de telón de Lauryn Hill, en 2005 actuó en el montaje “Jesuscristo Superestrella”, en un papel de María Madre que aún se recuerda cómo llegó a opacar a la cantante Daniela Castillo (de “Rojo”) en su rol de María Magdalena y en 2007 llegó a las instancias finales del “Latin american idol”, como representante chilena.

Ese concurso le dio a Loretto Canales mayor presencia mediática y desde entonces comenzó a actuar en orquestas de televisión y programas estelares como solista (“El baile” de TVN, junto a la orquesta de Nicolás Borbar y Valentín Trujillo, además del baladista Andrés de León y la cantante venezolana Simoney Romero) o como corista (“Hit”, de Canal 13, junto a Ximena Abarca y Daniel Donoso). Así fichó en la orquesta del Festival de Viña del Mar conducida por Horacio Saavedra. Son sus hitos más reconocibles en la industria del pop en TV, pero su esencia como cantante se puede encontrar en matices vocales y justezas interpretativas en conciertos de Nicole o el cantante R&B Go y en discos de Quique Neira (Eleven, 2003), Raiza (Latino soul, 2005) o De Kiruza (Música pa’l mundo, 2009), grupo al que se unió en su segunda edad en 2007.