Humberto 'Pollito' González

Humberto 'Pollito' González
Foto: Si Suena se Toca

Humberto José Miguel González pasó a la inmortalidad como Pollito, uno de los representantes de la denominada bohemia tradicional porteña, que animó en Valparaíso desde mediados del siglo XX y hasta entrado el siglo XXI. El piano fue su principal instrumento, con el que dominó un abanico sonoro que abarca desde el tango a la cueca, y el tradicional bar Cinzano fue el territorio donde su nombre quedó asociado para siempre a un patrimonio popular porteño, que se forjó en la cotidiana experiencia de la música en vivo antes que en la producción discográfica.

Ficha

Fechas

Valparaíso - 18 de marzo de 1935
Valparaíso - 18 de septiembre de 2022

Región de origen

Valparaíso

Décadas

1950 |1960 |1970 |1980 |1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Humberto 'Pollito' González

Humberto José Miguel González pasó a la inmortalidad como Pollito, uno de los representantes de la denominada bohemia tradicional porteña, que animó en Valparaíso desde mediados del siglo XX y hasta entrado el siglo XXI. El piano fue su principal instrumento, con el que dominó un abanico sonoro que abarca desde el tango a la cueca, y el tradicional bar Cinzano fue el territorio donde su nombre quedó asociado para siempre a un patrimonio popular porteño, que se forjó en la cotidiana experiencia de la música en vivo antes que en la producción discográfica.

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Nacido en 1935 en Valparaíso, José Pollito González creció en el cerro Yungay, en una familia en la que los dos padres y los seis hermanos cantaban y tocaban instrumentos musicales; uno de ellos, de hecho, luego fue conocido como Jorge Montiel y décadas más tarde ambos compartieron alineación en Los Pulentos de la Cueca. Siendo todavía niño se formó como guitarrista y al piano se acercó a mediados de la década del ‘40, cuando uno de esos instrumentos apareció en ese hogar de tradición musical. Más adelante vivió en el cerro Bellavista y La Planchada, a la salida del puerto.

Autodidacta como muchos de sus pares en ese ambiente, Pollito González tocó primero en las quintas de recreo del cerro San Roque, donde compartió con figuras como Elías Zamora, y sobre todo dominó ritmos folclóricos como la cueca. Así ganó su primer sueldo como músico, se incorporó al circuito porteño de mediados del siglo XX y en 1951 añadió otra destreza: el acordeón, que tomó por primera vez cuando fue invitado a tocar en un rodeo.

Desde mediados de los ‘50 se hizo un nombre en locales nocturnos de la zona: el American Bar, donde tocaba acordeón y recordaba jornadas junto a la Orquesta Cubanacán, y sobre todo en el Manila. En ese escenario trabajó entre 1960 y 1965 y se acercó al género que lo marcaría de por vida: el tango, con el bandoneonista y director argentino Aníbal Troilo como mayor referente. “El tango fue una carrera muy grande para mí. Acompañé hasta a la (cantante) Libertad Lamarque”, recordó en una entrevista registrada por el programa Si Suena se Toca, conducido por Titae Lindl.

El pianista del Cinzano
Los Baños del Parque, el Checo y el Pancho Criollo fueron otros locales donde dio pruebas de una destreza que también se expandió hacia otros ritmos tradicionales, como el vals, el bolero y el chachachá. En una época llegó a combinar dos oficios y casi una doble vida: entre las once de la noche y las cinco de la mañana trabajaba como músico; y entre la una de la tarde y las ocho de la noche cumplía una jornada como cartero en Valparaíso.

Hacia mediados de los ‘80 había establecido un trío en el restaurant Lo de Pancho, con la cantante Carmen Corena y su cuñado, el guitarrista Augusto Díaz, pero luego hicieron una mudanza que terminó siendo definitiva. En 1987 se incorporaron al elenco de artistas que animaban las veladas nocturnas del bar Cinzano, que a lo largo del tiempo incluyó también a los cantantes Manuel Fuentealba y Alberto Palacios, los acordeonistas Luis Barrera y Víctor Carbone, el guitarrista Benjamín Campos y el guitarrista y bajista Peter Álvarez.

Esa vibrante actividad en vivo que albergó ese local ubicado frente a la plaza Aníbal Pinto de Valparaíso fue capturada parcialmente en dos discos producidos por Roberto Titae Lindl, el bajista de Los Tres: Una noche en el Cinzano (2002) y la secuela Otra noche en el Cinzano (2007). El músico murió a la edad de 87 años

Actualizado el 01 de diciembre de 2022