José Oplustil
Hacia 1913 cofundó con Pedro Humberto Allende el Cuarteto Chuchunco, con el que trabajó hasta 1924, y como uno de sus integrantes tuvo la oportunidad de tocar con Claudio Arrau el "Quinteto", de Robert Schumann. Durante esos años inició sus investigaciones del arte rural y popular chileno, con viajes por diversas regiones, donde llegó a entablar amistad con Gabriela Mistral, en Punta Arenas.
Entre 1924 y 1927, Isamitt estuvo en Europa asistiendo a una serie de conferencias sobre arte vernáculo y educación. En París conoció al compositor e investigador chileno Carlos Lavín, quien había recopilado en museos y bibliotecas todo el material escrito sobre el mundo araucano. Esto impulsó a Isamitt a incursionar en terreno e investigar no sólo esta música originaria, sino también otras manifestaciones artísticas y culturales del Chile interior y desconocido.
En 1928 fue nombrado Director General de Educación Artística y Director de la Escuela y Museo de Bellas Artes, cargo del que también dependía el Conservatorio Nacional. Isamitt fue vital en la defensa de la educación musical chilena y reformó la Escuela de Bellas Artes, introduciendo el arte primitivo popular chileno. Además, en 1927 creó la Escuela de Artes Aplicadas. Posteriormente ocupó cargos como profesor de educación y metodología musical en el Conservatorio Nacional y fue presidente de la Asociación de Compositores Chilenos. En 1965 fue incorporado como miembro permanente a la Academia Chilena de Bellas Artes y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Arte. En 1967 logró una medalla de oro del Instituto de Investigación Musical en la Universidad de Chile.
Evocaciones araucanas
Isamitt investigó diversas facetas de la música folclórica chilena, pero los principales estudios los realizó a lo largo de la década de 1930 en reducciones araucanas. Esto dio como resultado una enorme colección de transcripciones y grabaciones, que a la larga influyeron en la incorporación directa e indirecta de ese material en su propia creación como compositor. En ese período de expediciones al interior para investigar y recopilar canciones también estuvieron otros protomusicólogos como el mismo Carlos Lavín y María Luisa Sepúlveda, la primera mujer recopiladora del folclor.
Además de ser el primer compositor en incorporar canciones indígenas con sus textos originales en sus obras, Isamitt fue el primero en emplear el dodecafonismo en Chile, método que desarrolló de una manera muy personal en "Tres pastorales", de 1939. A partir de esta partitura su creación se desenvuelve entre un cuasi nacionalismo y el expresionismo.
Entre las obras importantes de Isamitt aparecen la citada "Friso araucano", para dos voces y orquesta (1931); "Evocación araucana", para piano (1932); "Mito araucano", para orquesta (1935); "Evocaciones huilliches", para voces y orquesta (1966) y "Lautaro", para orquesta (1970), además de otras partituras de cámara, orquestales, para piano y vocales.
Además, Isamitt escribió numerosos artículos, ensayos y estudios sobre música, artes plásticas y folclor, publicados en Chile y el extranjero, e investigaciones pedagógicas y nuevos métodos de enseñanza musical que introdujeron el folclor y música araucana dentro del plan de estudios.
Actualizado el 15 de junio de 2022