Iñigo Díaz
Un trayecto que superó las siete décadas y más de cincuenta grabaciones como socios. Pero no fue sino hasta 2006 que Marcial Campos (con 77 años) decidió probar por primera vez sin su hermano y compañero musical al lado. En septiembre de 2006 editó un disco de tonadas y valses recopilados por él en Longaví y más cuecas originales.
Su nombre en el Registro Civil fue Fernando Campos Sepúlveda. Su padre, en ese momento disgustado con la madre, decidió inscribirlo nuevamente. Esta vez como Marcial Campos Sepúlveda. Él no se enteró del cambio de nombre sino hasta el día de su jubilación, cuando le fue imposible encontrar el certificado de nacimiento y algún pariente le develó la verdadera historia. Ésa es la explicación de que algunas de las cuecas de Los Hermanos Campos estén firmadas por Fernando Campos ("Me están pelando", "Los viejos de 80 años", "Pura cueca", "Viva Margot Loyola") y otras por Marcial Campos.
El hermano dicharachero
Vivió sus primeros años entre pies de cuecas y otros bailes arraigados en la vida campestre. Su familia provenía del villorrio del interior de Longaví llamado Cantentoas, y que había tomado este nombre precisamente por la cantidad de damas cantoras, poetas populares, payadores y conjuntos familiares que animaban la vida campesina con guitarra y tormento. En su familia, el padre, don Vicente Campos, era payador, acordeonista y cantor, y su madre, doña Verónica Sepúlveda, era poetisa popular. En 1935, mientras trabajaba de temporero en el fundo San Manuel de Longaví, se unió a su hermano Eleodoro, quien ya tocaba siendo niño en algunos locales de Parral. La dupla de niños a dos voces, cuncuna (acordeón de botones) y guitarra logró gran éxito en la zona. Fueron cinco años de ajuste en el sur, con actuaciones en Traiguén, Parral, Linares y Talca, en trenes y en quintas de recreo. Hasta que Los Hermanos Campos llegaron a Santiago, en 1940, y ahí comenzó la historia artística a nivel nacional.
Si Eleodoro era el hombre sereno, Marcial fue considerado siempre el músico chispeante del dúo, el creador de las mejores cuecas picarescas ("El huaso enamorado", "El casado", "El 18", "La pildorita", "Los comilones", "Cueca para Adán y Eva", "El novio lanzado") y versos brillantes, humanos y costumbristas. En 1947 se casó con la intérprete de canciones mexicanas Guadalupe del Carmen, llamada realmente Esmeralda González Letelier, quien había tomado los nombres de las patronas de México (Virgen de Guadalupe) y de Chile (Virgen del Carmen) para marcar un nombre artístico de éxito total. Con ella, Marcial y los hermanos, configuraron una compañía musical de gran impacto en los años '50. Cantaban cuecas, corridos, tonadas y rancheras, y giraron por Chile entre ambos extremos, presentándose, según apuntan los registros en 76 ciudades del sur sólo en 1954.
Después de una ruptura matrimonial en 1965, Marcial siguió junto a Eleodoro (Marcial se casaría luego con la estrella colombiana: Amparito Jiménez). Los Hermanos Campos ingresaron en la era del long-play y grabaron unos veinte álbumes para RCA Victor. El primero fue La ramada de Los Hermanos Campos (1966) y el último, Chile ríe y baila (1973). A lo largo de toda su discografía, también en múltiples grabaciones en sellos pequeños y en formato de caset y disco compacto, Marcial Campos publicó sus "dicharacheras" cuecas: "El nervioso", "El ojito que tuviste", "La maxifalda", "Simplemente marica", "El cabezón".
También están sus versos y décimas ingeniosas, como las de la presentación de la cueca "Vino con patas", escrita por su hijo Luis Campos y grabada en el álbum En casa del jabonero (1991): "Yo estuve tomando todo un año / allá por Curacaví / y pa’ reglar bien la caña / un mes tomé en Longaví / diez días en Sotaquí / veinte días en Parral / veinticinco en Lonquimay / como veinte en San Rosendo / sesenta y nueve en Putaendo / y medio año en Putagán”. Tras setenta años como dúo, en 2006, Marcial dedició grabar un álbum de tonadas. Preguntó a Eleodoro si quería acompañarlo y su hermano respondió, "no estoy para perder el tiempo con tonadas. Prefiero las cuecas". Marcial fichó a su nieto Martín Campos en la segunda guitarra y grabó once tonadas ("No sé que tiene esta calle", "La rosa encarnada"), dos valses ("Noche campesina") y tres cuecas ("En el sur están mis amores", "El corazón me robaste"). El debut solista del huaso Marcial Campos.
Actualizado el 18 de agosto de 2017