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Hijo de una profesora de música, Francisco Rojas Rojas Contreras cantó en un coro de iglesia, aprendió a tocar guitarra y conoció el repertorio de música de raíz folclórica cuando era un niño. Todo ocurrió en Victoria, la ciudad sureña de cuyo nombre se apropió más tarde para dejar atrás una etapa poco feliz (“Fue bastante tortuoso ser queer en un pueblito pequeño”, llegó a declarar) e iniciar una carrera musical que tuvo como mentor a Álex Anwandter. Recién egresado de enseñanza media, en 2014 se inscribió en un taller de producción musical dictado por el cantante y ese primer acercamiento derivó en una relación profesional: se trasladó a Santiago y se incorporó como guitarrista a la banda de soporte de Anwandter, quien a su vez produjo su primer disco, Prenda (2018).

Ese álbum llevó a Francisco Victoria a realizar conciertos en ciudades como Lima (Perú), Buenos Aires, Córdoba y Rosario (Argentina) y le valió dos nominaciones en los Premios Pulsar 2019, como Artista Revelación y Mejor Arte para un Disco. Además, lo situó como una figura de continuidad para el pop electrónico y melódico que desde la década anterior habían practicado músicos como Javiera Mena o el propio Álex Anwandter. En paralelo, grabó colaboraciones con Dulce y Agraz, Felicia Morales y la argentina Juliana Gattas (Miranda!) y se ocupó en la producción de una seguidilla de sencillos de Princesa Alba, entre ellos los exitosos “Summer love” (junto a Gianluca) y “Convéncete”. La misma función cumplió luego con May Villalobos, Benjamín Walker y Paco Miranda.

A comienzos de 2022 editó su segundo disco, Herida, donde profundizó en el pop electrónico y la balada que había ensayado en su debut y contó con Francisca Valenzuela como invitada en el sencillo “Te lo pido por favor”. Ese trabajo fue presentado en vivo en Chile -con una aparición en el festival Lollapalooza de 2022-, Argentina y México.