Reunidas inicialmente por el acordeonista Ignacio Hernández, quien buscaba proyectar un elenco de mujeres, el nombre de Las Capitalinas surgió en 2001 como una respuesta femenina a la experiencia del grupo de varones Los Santiaguinos, con el que Hernández tenía conexiones. En un primer período el grupo avanzó en la inspiración del canto gritado y el repertorio de Los Chileneros, en una época donde grabaron sus primeros discos, Cuecas para Chile (2002) y Las mejores cuecas con Las Capitalinas (2004).

En formatos diversos de cuarteto, quinteto y hasta sexteto, con bajo, batería y teclados, el grupo consiguió mayor visibilidad en 2006 cuando grabó el disco También es cueca con el sello Feria Music, una declaración de principios: allí comenzaron a desarrollar la idea de esa cueca fusión. El álbum Las Capitalinas presentan: en el Bar de Verónica (2009), fue la consolidación de esas propuestas que rompían con la tradición, considerando allí cueca, bolero y cumbia, lo que les significó de paso un serie de duras críticas desde ciertos ambientes musicales.

Tras la publicación de Alterego (2011), el grupo entró en un receso. Algunas de sus integrantes iniciaron proyectos paralelos, como la guitarrista Tamara Correa y la baterista Valeska Duarte, que comenzaron a explorar nuevas fusiones con ritmos de la música popular en el grupo de corta vigencia Doña Eleonor, o la cantante cantante Karen Alfaro, con su proyecto solista bajo el nombre de Emma Lihn.

Las Capitalinas regresaron en 2014 renovadas en una fusión que ya estaba más cerca del folclor urbano y la música popular que estrictamente en la cueca como raíz. En 2021 plantearon un regreso para reponerse del impacto de la pandemia con un nuevo cuarteto, que integraon las históricas Valeska Duarte, Karen Alfaro y Nayadeth Godoy, y junto a la nueva pianista Carolina Vega. Con este elenco publicarían el disco EP La arremangá (2024) que conemoró las dos décadas de historia como conjunto femenino de cueca y música popular.