Iñigo Díaz

Mientras Elvira López Alfonso (no confudir con la también actriz Elvira López Morales) estudiaba Teatro en la Universidad Católica a mediados de los '90, comenzó a tomar clases de canto con la soprano Magdalena Amenábar (hija del compositor Juan Amenábar). A esas clases acudían las también estudiantes Gabriela Aguilera y Gala Fernández. Inspiradas en elencos femeninos vocales las Andrew Sisters, las Boswell Sisters, o las Maguire Sisters, las tres irían a formar entre 2001 y 2004 el conjunto Pink Milk, con el que se unía por primera vez teatro y música. Un segundo momento del grupo comenzaría en 2011, con una investigación de partituras de canciones feneminas del Archivo de Música Popular de la U. Católica, que llevaría a Pink Milk a publicar su primer disco, ¿Te debo de amar? (2015).

En el intertanto, Elvira López, quien había debutado en el teatro a los 22 años con Sebastopol (1998), dirigida por Ramón Griffero, organizó en 2003 el grupo Bobo, con los actores Felipe Hurtado (batería) y Matías Oviedo (bajo), además de Camilo Bianchi (guitarra). Ese proyecto, de corta vida, sólo dejó el álbum Piloto de prueba (2008).

La vida teatral de López Alfonso se encaminó entonces hacia la docencia, la dirección y en menor medida la actuación, y en ese campo figuran participaciones diversas en obras como Los ojos rotos, Circulando, Ciencia ficción, Craneo vacío, Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar o En la luna, además de conciertos teatrales como "Una noche en el Goyescas", donde junto a Valentino Carrillo personificaron a Sonia y Myriam, además de varias obras de teatro musicales, donde ejerció también su oficio de cantante.

Su trabajo de abigarrados y abundantes textos para canciones tenía mediana data pero solo logró llegar al disco en 2013, cuando Elvira López se integró a esa generación de artistas seleccionados en el Sello Azul (Patricio Cáceres, Rufián Fuego, Álvaro Zambrano, Fernando Flamenco, Las Primas). Entonces debutó con Norte (que tuvo difusión radial de canciones como "Se acabó la miel" y "Chueco"), al que cinco años más tarde sucedería Loica. Casi una declaración de principios, a la vez que una biografía de sus 40 años, Elvira López contó con la producción del propio Patricio Cáceres (ahora en su identidad de Gael) y colaboraciones de músicos como Javier Barría, Camilo Salinas y Ángela Acuña.