Iñigo Díaz
Durante el tiempo en que estudiaba Percusión Sinfónica en el Conservatorio de la Universidad de Concepción, hacia 1974, ingresó como baterista a su primer conjunto de música contemporánea, con otros jóvenes solistas: Marlon Romero (piano), Edgardo Riquelme (guitarra) y Sebastián Fuenzalida (bajo). El proyecto se llamó Cuarteto de Música Moderna, y para el repertorio original Riquelme realizó una serie de primeras composiciones en el campo del jazz rock. El conjunto marcó un momento dentro de los círculos universitarios penquistas.
En paralelo, y hasta 1980, Riquelme se incorporó como percusionista a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción, y alentó sus múltiples iniciativas tocando con el Grupo de Experimentación Instrumental (GEI), agrupación que interpretaba material latinoamericanista de Inti-Illimani, además con el grupo Trilogía, junto a los hermanos jazzistas Moncho Romero y Marlon Romero.
Ritmos y arreglos
En 1981, Riquelme se trasladó Santiago para continuar su trabajo en la música. Así se conectó con el frente de solistas de la fusión y la vanguardia de la época, como el saxofonista Raúl López el guitarrista Antonio Restucci o el bajista Antonio Sánchez. Como baterista, entre 1986 y 1988 integró la primera formación del conjunto escuela del jazz moderno chileno Nexus (de Patricio Ramírez). Al mismo tiempo dirigió al pionero elenco de salsa, con el cantante Manuel Araya, conocido como La Banda. Para este conjunto escribió arreglos y grabó el disco Salsa (1988).
La inspiración afrolatina se instaló en Riquelme como músico de percusiones y parches. Así lideró un sexteto de latin jazz que revisaba standards clásicos del jazz desde esa perspectiva, y que contó con la colaboración de una serie de músicos como Daniel Lencina, Cristián Cuturrufo, Rodrigo Vásquez y Gustavo Bosch. El elenco actuó en Club de Jazz, la Maestra Vida y el Festival de Jazz de Tongoy, una de las principales citas musicales en los tiempos de la transición. Desde entonces, Riquelme se convirtió en sideman, colaborador y arreglador musical.
En Alemania trabajó con el cantautor penquista Pablo Ardouin y grabó su disco Perfecto amor (1999). Poco después escribió en Frankfurt algunos de sus más importantes arreglos para el disco Censurado (2001), de la agrupación alemana Tango Efusión, donde el propio Ardouin puso la voz. A su regreso a Chile, grabó el disco de tonadas recopiladas Al cielo daré mis quejas, de los Hermanos Millar, donde él fue orquestador y baterista. Una reedición del álbum en 2020 le fue asignada a su catálogo, editada por el sello Tayül como rescate de ese proyecto de investigación y creación.
Actualizado el 07 de junio de 2023