Sus despliegues vocal y escénico la convirtieron en favorita. El premio por adjudicarse el concurso de talentos fue, obviamente, la grabación de un álbum. Este se llamó Punto de partida (2004), un título riesgoso para una figura preconcebida en un laboratorio y con el antecedente de la rápida extinción del chispazo de la fama. Ya antes de participar en el reality show llamado "Protagonistas de la música", Ximena Abarca se había adiestrado vocalmente junto al equipo de Luis Jara. Ganó el concurso ampliamente, superando a otros cantantes que luego editaron discos o lanzaron canciones:  Hernán, Feliciano, Berni o Lizette.

Seguía muy de cerca la estética de una cantante latina en el mundo pop y R&B como Jennifer López y de esa misma manera puso sus propios atributos en la escena. Con canciones como "Juego de la resistencia" o "Amor violento", Punto de partida (álbum producido por Juan Andrés Ossandón y con participación de DJ Méndez de la autoría de canciones) confirmó que aquella apuesta de baile provocativo y canto directo sería su gran carta de presentación. Un trabajo neto en el pop, aunque al incluir también canciones románticas, Ximena Abarca reconoció en Myriam Hernández un punto de referencia en la balada latina.

En 2005 se movió de estación televisiva y pasó a Mega para integrarse a breves teleseries juveniles como "Mitú", "Porky te amo" y "Es cool", en la que fue actriz protagonista y cointérprete de su tema principal junto a su similar Karen Paola. Esa canción en duetos vocales (escrita por Gonzalo Yáñez) apareció en su segundo disco, Provocación (2006), donde Ximena Abarca dio un giro aún más directo a su lado sexy, incluyendo su posterior militancia en el grupo femenino Ruch entre 2006 y 2009, y su trabajo solista con una nueva imagen y singles como "Profano o sagrado" y la emblemática canción salvaje "Pantera en libertad". Pero en 2010 suspendió su carrera musical para iniciar un viaje personal a Australia sin tiempos definidos para su regreso al país y a la música pop.