Jorge Leiva

La semilla de Los Bandoleros partió a comienzos de los '90, cuando los hermanos Roberto y Alex Marchant se unieron a Robinson Astorga con la intención de crear una banda de rock. En su pueblo la opción resultaba, cuando menos, extravagante. “Ser músico en Teno era tocar cumbia”, recuerda Roberto Marchant, quien reconoce que en su agrícola localidad, 17 kilómetros al norte de Curicó, se les miraba como “bichos raros”.

El trabajo en el campo como temporeros les permitió comprar sus primeros instrumentos y grabar algunos demos en las ciudades vecinas. Bajo el nombre de Los Insolentes, y con distintos músicos ocupando la batería, sus canciones mostraron un alegre sonido y una marcada influencia del blues y el rockabilly. Los Tres eran, entonces, su única referencia al rock local.

En 1996 se trasladaron a Santiago a probar suerte, donde se incorporaron a las Escuelas de Rock organizadas por la Secretaría General de Gobierno. En el disco compilado de las Escuelas se incluyó, entonces, el tema “Angustiado, desahuciado”, que narra una personal historia sobre la pasta base y que se conviertió rápidamente en un hit radial. La incorporación de Rodrigo Larach (ex Peores de Chile) en batería, y el cambio de nombre por Los Bandoleros, en homenaje a los legendarios ladrones de su zona en el siglo XIX, selló el paso de la banda a la multinacional Sony Music.

Un disco homónimo (producido por el director de las Escuelas de Rock, Andrés Godoy), un nuevo single con videoclip, la adopción de estética de bandidos rurales, y un sonido alegre, con temáticas y ritmos campesinos (algo así como un country chileno) , los llevaron en 1998 y 1999 a escenarios de todo Chile, en un ritmo de al menos cuatro presentaciones cada semana. Con temas como “Caldo de gallina negra”, “El as” y “El búfalo”, el álbum completó más de 10 mil copias vendidas. La crisis discográfica, sin embargo, fue retrasando paulatinamente la salida de su segundo trabajo y los llevó a romper con Sony el año 2000.

Foto: Juan Franciso Lizama

En medio de un periplo por casas discográficas, que incluyó a EMI, Universal y algunas etiquetas independientes, la banda grabó Motel Pantano, que recién el año 2003 fue editado por Warner Music, en una edición que el guitarrista Roberto Marchant debió comprar en una tienda, y cuya copia es la única que conserva hasta hoy. Para entonces, sin embargo, la banda ya completaba un año sin funcionar: “Yo estaba agotado” dice el músico apodado como Búfalo, “saturado de todo, y a pesar de la salida del disco, nadie tenía la intención de que volviéramos con la banda. Para todos, la historia se había acabado”.

El regreso de Teno
Los músicos volvieron a Teno el año 2002. Alex Marchant –compositor de casi todos los temas de Los Bandoleros- siguió haciendo canciones, en un trabajo conjunto con su hermano, en un estudio que ellos mismos montaron en su casa. Al mismo tiempo, trabajaron como músicos de sesión e instalaron un bar, que llamaron Los Bandoleros.

"A veces pensábamos hacer una banda de nuevo, y grabamos temas, pero no era nuestra idea resucitar al grupo", dice Búfalo sobre su vieja banda, de la que el 2003 sonaron unos temas al ser incluídos en la banda sonora de la telenovela de TVN "Los Pincheira".

El 2008, la historia cambió. El bajista de González y Los Asistentes, Christan Bravo, reunió a la banda para insistirles que debían regresar, plasmando un deseo que todos tenían guardado. La idea, eso sí, era hacer un disco nuevo y Búfalo retomó un contacto con Álvaro Henríquez para proponerle el rol de productor.

El músico de Los Tres escuchó los demos y aceptó hacerse cargo del disco. Para ello, les exigió un intenso proceso de ensayos y realizar la grabación en vivo y con tecnología análoga. Fue así como en agosto de 2008, la Los Bandoleros grabaron su tercer disco en los estudios de la radio Horizonte. Incorporaron armónica e iniciaron oficialmente su segunda etapa en su vida, que lanzaron en el año 2010 en el disco titulado simplemente Teno.