Camila Moreno – Rey (Autoedición)
Como símbolo del inicio de una nueva etapa para Camila Moreno, una década después de que la canción “Millones” marcara su época y anticipara la nuestra, el álbum Rey contiene varias revoluciones en cuanto a composición, experimentación, sonido y narrativa. Las canciones, unidas unas con otras aunque no de manera lineal, arrojan pistas y señales de una historia de ciencia ficción protagonizada por X y M en un mundo distópico. Camila Moreno había experimentado una serie de cambios en su vida, la maternidad, la separación, el descubrimiento de una sexualidad y una desobediencia general. Y por cierto que el estallido social vino a remecer su lírica en canciones como “Hombre” y “Quememos el reino”, donde los textos de esa primera “Millones” alcanzan aquí otros niveles de impacto. Camila Moreno se inspira en lecturas de autoras ligadas al feminismo y la teoría de género como Donna Haraway y su manifiesto cyborg, y la filósofa Judith Butler, junto con la escritora de ciencia ficción Ursula K. Le Guin. También de la poesía de Gabriela Mistral, que incorporó como canción en “Corderito mío”. Rey es un relato de larga extensión, disperso pero a la vez cohesionado, donde se exhibe un pop oscuro, de densas capas, y donde la obra se mueve desde la música experimental y la electrónica hasta la música urbana. (Biografía)

Arte Elegante – Se puede (Autoedición)
Arte Elegante es un masivo nombre de la llamada música urbana, con millones de reproducciones, pero eso es apenas una parte de su historia. Roberto Herrera, como es su nombre, es de Valparaíso y tiene 39 años. De los 12 pasó por hogares del Sename y luego por cárceles y en ese contexto forjó el oficio de rapero. En 1998 adoptó el nombre Arte Elegante e inició una serie de talleres de rap en hogares de acogida, como en los que creció. Desde 2018, junto al productor Araus Danesi, introdujo nuevos ritmos a sus bases y sus canciones se extendieron masivamente, en un proceso que se multiplicó este 2020 y 2021 con grabaciones junto a músicos de trap. Se puede reúne los algunos de los últimos pasos de ese camino. Siete canciones, entre ellas “Bendición”, que grabó con Pablo Chill-E, la política “Aguante” y “Pa arriba voy”, un dúo con el Menor, adolescente freestyler que creció, como él, en el ya cerrado Cread de Playa Ancha. Una escondida parte de Chile aparece en sus canciones. (Biografía)

Belencha – Belencha (MIcrodosis)
Claudia Belén Mena, Belencha, es una folclorista del siglo XXI. Como varios grandes nombres del folclor chileno, no tiene un origen estrictamente campesino (creció en Padre Hurtado, en las afueras de Santiago), pero como ellos se ha forjado en el oficio viajando, conociendo repertorio, aprendiendo de maestros y grabando discos. Su recorrido incluye la cueca urbana, la tonada –guiada por la propia Margot Loyola- y algunos circuitos de músicos en Lima y Bogotá, pero como nativa de estos tiempos, ha cruzado a la vereda del pop. En 2021, cuando cumplió 30 años, volcó parte de esas experiencias en su tercer disco, Belencha, centrado en el folclor latinoamericano y por eso hay un pasillo, un vals peruano, un chachachá, un yaraví y hasta un tango. Delicado, respetuoso, diverso y elegante, y con la pluma de Gepe y Cristán Heyne, dos experimentados nombres del pop. Es que es folclor, pero de hoy, tal vez insolente para algunos, pero saludable, vivo y diverso. Y eso es lo importante. (Biografía)

Chicarica – Arde lento (Quemasucabeza)
Chicarica es un grupo que funciona hace seis años y había publicado dos EP, pero solo en Arde lento alcanza su mejor forma. La voz lánguida y las letras más bien abstractas de Lorena Pulgar conducen sus canciones, construidas con percusiones electrónicas, sintetizadores, bajo y arpegios de guitarra, todos tocados con particular elegancia. Y es el fino trabajo de producción el que le da un carácter propio al disco a través de múltiples detalles: pulsos poco habituales, timbres llamativos, ecos, distorsiones, ruiditos. Incluso una canción de los inicios de la banda, “Té”, suena fresca en una nueva versión que suma la intervención de Catana. A medio camino entre el pop y la experimentación, es música que suena siempre contemporánea. (Biografía)

Ensamble de Percusiones Usach & Carlomarco – Cantos en memoria de Joane Florvil (Aula Records)
La muerte de la joven haitiana Joane Florvil, en 2017, es uno de los episodios de racismo y humillación más vergonzosos ocurridos en Chile. Acusada por autoridades de abandono de menores fue encarcelada y ese hecho de discriminación unilateral desembocó en su muerte tras un mes de agonía. Su recuerdo está en la música de este álbum, en el que conviven mundos distantes. Una obra académica del compositor Marcelo Stuardo (“Elegía para Joane Florvil”) se centra en las percusiones del ensamble que él dirige a partir de un poema en creole sobre esa muerte, mientras que una creación del productor Carlomarco (“Cantos para Joane”) procesa esa misma música desde la electrónica, a la que se le añaden voces y tambores africanos para crear un mundo paralelo. (Biografía)

Ensamble Escondido – Lejos (Narval)
A cargo del pianista y compositor Lucas Schlotfeldt, el sexteto Ensamble Escondido es un caso especial dentro de las músicas creativas. No es jazz pero lo es. No es música contemporánea, pero lo es. No es música improvisada, pero lo es. No es fusión, pero lo es. Su segundo álbum vino a definir un camino más nítido para esta agrupación que nació como resultado de los llamados “conciertos escondidos”, citas informales, casi secretas, sin difusión, que tenían lugar en patios de casas o salas de estar en departamentos de Santiago. La música instrumental toma cuerpo y adquiere peso con sus pasajes de partitura pero también de espontaneidad, en un formato que incluye timbres de saxofón, trompeta, piano, contrabajo y batería, además de un elemento externo a la música acústica como el sintetizador. (Biografía)

Entrópica - Sigma (Música y Entretenimiento)
El premio Pulsar que obtuvo como la artista pop de 2020 no fue más que la punta de un iceberg que venía avanzando en silencio desde mucho antes. Francisca Bascuñán –alias Entrópica— había gestado una producción imparable de material a través de discos EP y LP que desembocan ahora en otro álbum pop de exquisita factura, de sintetizadores y procesos, de oscuridades y observaciones. Sigma aparece como continuidad del premiado Formas y se sitúa en nuestros tiempos turbulentos con una óptica muy personal sobre temas de discriminación, abuso e injusticia. Sus canciones, que nos parecen 15 episodios de una sola gran canción, cuentan con invitados como Lainus, C-Funk, Sofía Oportot, Vicenta Mendoza, el saxofonista de jazz Franz Mesko y la ilustradora Nati Chuleta. (Biografía)

Ismael Oddó – Canciones con mi viejo (Autoedición)
Toda cantautoría inevitablemente incorpora señas autobiográficas, pero pocos discos en Chile son comparables al tercero solista de Ismael Oddó (músico en una diversidad de proyectos colectivos). El músico nacido en París durante el exilio aborda ese pasado con inusitada franqueza y el acceso a los íntimos registros de su padre Willy Oddó. Antiguos envíos de cassettes de palabras y canciones entre Francia y Chile se recuperan desde el prisma del creador que quiere compartir ese acervo , y a la vez —intuye uno— definirse ante él. Mezcla de audios antiguos, arreglos nuevos, dirección autoral y colaboraciones de alto nivel (Pablo Ilabaca, María José Quintanilla, Magdalena Matthey, Álvaro Henríquez, Camila Moreno, José Seves y Roberto Márquez, entre varios), éste es un disco de concepto que en parte continúa una obra teatral previamente dirigida por el autor (Willy Oddó, el exilio en la voz, 2018) y que sobre todo lo instala en una exploración novedosa que no por ello sacrifica emoción. (Biografía)

Juanito Ayala – Lo comido y lo bailado (La Oreja)
En los últimos días de 2021, Juanito Ayala reunió ocho de sus canciones, varias de ellas ya publicadas en plataformas de streaming, y presentó su segundo disco solista. El título lo tomó de una canción de 2018, "Lo comido y lo bailado", que entonces definió como “un dancehall con aires árabes”, y ese es apenas uno de los colores del disco, que ante todo es diverso: hay country, cumbia - una junto a Santaferia-, temas playeros (como la sabia “Malamor”), una reversión de inspiración rockera de la triste despedida de “Me agarro de la guitarra” y la rabiosa “El gatillo”. Juanito Ayala es solista desde 2014, cuando abrió los fuegos de la nueva cumbia chilena junto a Juanafé, y hoy, con 42 años, sus canciones hablan de política, amor y el paso de la vida. Con la tranquilidad y frescura necesarias para comenzar a salir de dos años de pandemia. (Biografía)

Maco – El jardín en la habitación (Autoedición)
La investigación y la creación son caminos que el multiinstrumentista Marcelo Cornejo recorre en paralelo. Ha editado libros sobre Inti-Illimani y la historia del charango, además de haber conducido un programa radial acerca de libros, pero también ha tocado con Gepe y publicó dos discos propios y consecutivos: Resonandes (2020) y El jardín en la habitación. El segundo es una lectura contemporánea sobre siglos de tradición. Mayormente instrumental y guiado por el charango, se alimenta de timbres y ritmos atávicos, pero también suma grabaciones de campo y se afirma en la electrónica y la contingencia. Abre con una reverencia a Horacio Durán (Inti-Illimani Histórico), cierra con un relato de Osvaldo Torres y, entre medio, samplea un discurso del “Comandante Ramiro” a propósito del 18 de octubre de 2019. Calle y folclor. (Biografía)

Manuel Sánchez – Guitarrón a lo poeta Volumen II. DJ de la palabra (Autoedición)
Manuel Sánchez conoció el canto a lo poeta de niño y lo estudió desde adolescente. Como ejecutor, docente y colaborador con otros músicos, es hoy un esencial cultor del género y en esa historia, el 2007, presentó su disco Guitarrón a lo poeta, con melodías campesinas y composiciones propias. Este 2021 trajo el segundo volumen, donde va más lejos y se acompaña por bajo, vientos e incluso guitarra eléctrica, habla de la revuelta del 2019, de su infancia o de Violeta Parra. Pero no es insolente porque hay un respetuoso rigor por las formas líricas y armónicas de esas ancestrales tradiciones. Lo dice en “DJ de la palabra”: “En mí no van a encontrar / las espuelas ni el sombrero / Ni aquellas botas de cuero / Ni ese chamanto a telar / No vengo a folclorizar / ni el pasado ni el presente / Soy esta chusma consciente / que está ávida de expresarse / Sin tener que disfrazarse / Para cantarle a su gente”. (Biografía)

Mon Laferte – Seis (Universal)
El más mexicano de todos los discos mexicanos de Mon Laferte le valió su cuarto Grammy Latino. Está inspirado en la cantora de rancheras Chavela Vargas, ícono de la diversidad sexual. Mon Laferte se trasladó a la localidad de Tepoztlán, donde la propia Chavela Vargas pasó sus últimos años, de modo que aquel entorno se filtra en el espíritu de un cancionero nostálgico, con rancheras, valses y boleros, pero también con canciones retro pop. Mon Laferte titula Seis su séptimo disco, considerando los seis álbumes que había publicado desde su traslado a México en 2007. Dejó fuera su debut de 2003, cuando se llamaba Monserrat Bustamante. Es una época lejana en tiempo, en espacio y en esencia: si entonces ella era intérprete de baladas, aquí Mon Laferte se consolida como compositora en su más amplia dimensión. (Biografía)

Naara Andariega – Cardinal (Autoedición)
Acostumbrada a ir guitarra en mano de un lado a otro, la magallánica Naara Andariega no tuvo más remedio que estacionarse un día en Coyhaique. Allí la había alcanzado la cuarentena por el coronavirus. Allí también terminó una tarea pendiente por diez años de viajes sin detenciones: su primer disco como cantautora. Cardinal presenta varias experimentaciones respecto del canto a solas. Sometido a diversas variaciones de guitarra traspuesta, también incorpora sonidos como los de un violín (grabado en Santiago), un chelo (en Buenos Aires) y un piano (en Coyhaique). Pero sobre todo se impone ahí la presencia de una poesía exuberante, llena de laberintos, conjuros, consignas de lucha y llamaradas, junto a un canto que parece más un grito contenido, porque siempre está a punto de estallar. (Biografía)

Natisú – Hay un fuego (Autoedición)
Nunca antes un disco de Natisú había tardado tanto. Hay un fuego apareció siete años después de La historia (2014) y fue porque tuvo varias vidas: un primer boceto fue postergado en 2017 y un segundo quedó trunco entre la vorágine de la revuelta social de 2019. Ese periodo de tiempo permitió que sus canciones se transformaran y cubrieran casi completamente de elementos electrónicos, como nunca antes había ocurrido tampoco, pero también parece haberle entregado nuevos bríos a la misma Natisú. Si antes era una autora melancólica y contenida, ahora canta con cierto atrevimiento y libertad, incluso con rabia. Hay una forma concreta de observar esa transición: las carátulas anteriores de Natisú eran en tonos suaves y ella aparece ilustrada o con los ojos cerrados, pero la de Hay un fuego es colorida, incluso fluorescente, y su mirada va al frente, algo perturbadora. (Biografía)

Pablo Ilabaca – Canciones para conversar con la muerte (Autoedición)
Pablo Ilabaca se fue de Chancho en Piedra en 2018 y su primer disco solista iban a ser estas Canciones para hablar con la muerte , que tenía otro nombre, pero el mismo contenido: canciones sobre la vida y la muerte. La primera nace en la llamada tragedia del humo, que en 1945 mató a 300 mineros en El Teniente, y donde estaba el abuelo de Pablo, y que en la entrañable canción le habla esa misma noche a su esposa desde la muerte.. También hay una reversión de “Todo el mundo querrá partir”, de 2002 de Chancho en Piedra, donde sentencia el espíritu del disco: “La muerte es la mejor parte de la vida / Por eso la dejamos para el final”. Una tonada instrumental, un guiño al swing, dos covers, uno gracioso de Los Caporales y uno sentido para “Mi viejo” de Piero, se articulan serenamente, en un disco que tardó tres años y que es el primero con nombre propio de Pablo Ilabaca, es decir, es su debut solista. Pero a los 45 años, este debutante no tiene apuros porque claramente sabe lo que hace. (Biografía)

Pájaro Araya – Danza (Perros con Tiña)
Es el tipo de músico al que no vale medir por su discografía solista: en varias décadas de actividad, Claudio Pájaro Araya ha priorizado sobre todo lo de sumarse como colaborador a otras bandas (algunas tan significativas como Congreso y Los Jaivas; y, en el último tiempo, Chico Trujillo, Bloque Depresivo y Cabezas Rojas), explorando además a solas y sin alardes su particular vocación de búsqueda en torno al Norte Grande que conoció desde niño como nativo de Antofagasta. Por eso, este Danza es recién su segundo álbum solista, el primero en catorce años. Pero no es la continuidad lo que acredita la solvencia del talento del también fundador del conjunto Huara. La riqueza de este album instrumental queda expuesta de inmediato en su desprejuicio, en el atrevimiento de su cruce entre sonidos autóctonos y electrónicos, en la hondura de su evocación del inmenso paisaje nortino. (Biografía)

Princesa Alba – Besitos, cuídate (Quemasucabeza)
Besitos, cuídate es el primer larga duración de Princesa Alba. Fue grabado sobre todo junto al productor chileno Pablo Stipicic y el argentino Nico Cotton, pero también participaron el español Alizzz y el también trasandino Evlay, así como colaboran la brasileña Duda Beat, la argentina Ms Nina y el catalán Pimp Flaco. Es un álbum que abraza abiertamente el pop como género plagado de códigos establecidos, pero al mismo tiempo como campo de posibilidades infinitas. Son canciones de amor, despecho, fiesta, sexo, vanidad y complicidad femenina, de likes e historias, a pulso de R&B y perreo, pero también toman desvíos sonoros inesperados. Quizás todo se sintetice en “Narcisa”, un single bailable y melódico, que cruza versos en castellano, inglés y portugués y dice cosas como “a veces me cuestiono cómo es que me amo tanto / pero me miro en el espejo y me sobra el encanto”. (Biografía)

Raimundo Santander – El tesoro del presente (Autoedición)
Raimundo Santander es un guitarrista criado en los circuitos del jazz, pero durante la última década su música adquirió un carácter latinoamericanista que se expresó en La Orquesta del Viento y varias colaboraciones. Este disco profundiza ese espíritu, hace foco en el campo chileno e indaga en las múltiples posibilidades que ofrecen cuatro tipos de guitarra (tradicional, eléctrica, traspuesta y barítono) y un instrumento único como el guitarrón chileno. Con ellos, aborda dos repertorios que confluyen en un clima reposado e intimista: por una parte, composiciones propias, inspiradas por su abuela, su hija y los juguetes de ésta; por otra, dos obras para guitarra de Violeta Parra (“Anticueca #3” y “El pingüino”) y dos clásicos de John Coltrane (“Naima” y “After the rain”). El tesoro de las cuerdas, el presente y la historia. (Biografía)

Rulo – Precipicio EP (Autoedición)
La publicación, hace cinco años, del con justicia destacadísimo Vendaval abrió para Rulo (y su audiencia) un camino ya sin vuelta atrás: no había allí sólo una estupenda colección de nuevas canciones, sino sobre todo la prueba de que debutaba un cantautor maduro, elegante, dirigido ya de un modo al que iba a ser imposible desviar de su norte. Ha sido así, pese a las nuevas exigencias que para el ex Los Tetas y Funk Attack ha significado incorporarse (con residencia en México) a la banda de Mon Laferte. Este EP publicado en 2021 confirma las fortalezas de un estilo de composición hábil en la melodía, sensible en las alusiones sentimentales y sobre todo certero en su combinación de influencias latinoamericanas. Aunque las haya, las distracciones mantienen a Rulo como un cantautor digno del oficio. (Biografía).

Sebastián Castro – Dadinirt (Discos Pendiente)
Pianista de jazz en franco ascenso, con este trabajo el curicano Sebastián Castro finaliza una saga de sesiones dedicadas al trío nuclear. El mecanismo formado por el piano, el contrabajo y la batería ha sido considerado un instrumento por sí mismo, y bajo la dirección de Castro se escucha también como su propia voz. Luego de dos álbumes (el primero con músicos de Eslovaquia y Austria; el segundo, de Mongolia y China), Castro pone en marcha una nueva interacción, ciento por ciento chilena, junto a Milton Russell (contrabajo) y Juan Pablo Jaramillo (batería). Es una música que se precipitó durante el encierro por la pandemia y que exhibe las ideas del pianista respecto a la composición y la improvisación. También es un homenaje: su título es el nombre de una niña, aunque deletreado en reversa. (Biografía)

Varios artistas | "Los Salieris de Charly" (Con el miedo no nos van a vencer)
“Los Salieris de Charly” es una canción con la que León Gieco miró la política argentina en 1992 y que abría su disco Mensajes del alma. Los versos dirigidos a la juventud (“Queremos ya un presidente joven”), sin experiencia para mentir y robar, fueron desde el comienzo una consigna para la campaña de Gabriel Boric. Tras la primera vuelta, 20 músicos chilenos la grabaron con cambios de letra autorizados por el autor. (Escuchar)

Los 30 Pesos | "Viva Chile"
La reinvención una cueca del disco Crónicas de una revuelta, inspirado en el 18 de octubre de 2019, fue el aporte del grupo de Daniel Muñoz para apoyar a Boric. “Constitución mi alma / que ya ganamos / Y hay que ganar de nuevo / a estos fulanos”, dice en su segunda seguidilla. (Escuchar)

Interesante Material | "Boric por amor al arte"
El proyecto de actores y músicos que dirige Felipe Gutiérrez produjo varias piezas musicales para la elección. Tres días antes de la segunda vuelta presentó lo que definió como un “mini musical”, entregando las razones para su voto desde la perspectiva de la cultura y con el necesario humor para la tensión que se vivía en esos días. (Escuchar)

Mon Laferte | "La democracia"
En su disco Seis, Mon Laferte observa la democracia del siglo XXI y habla de los migrantes, de los estudiantes, de la violencia y del dinero que no alcanza para fin de mes. Es una cumbia que apareció meses antes de la elección, pero también queda como reflejo de un año decisivo. (Escuchar)