Melissa Aldana reúne a un cuarteto para iniciar un siguiente ciclo de composiciones de carácter autobiográfico en su quinto álbum, otro relato de su paso por Nueva York, a donde llegó a vivir en 2009. El suyo es un enfoque desde el jazz contemporáneo, o lo que los norteamericanos denominan modern mainstream, aunque la música por momentos accede a pasajes de mayor riesgo, próximos a un post bop de márgenes difusos, lo que desde ya posibilita nuevas aventuras sónicas. El repertorio nació de un encargo realizado por el club The Jazz Gallery para la creación de música autoral, que la saxofonista elaboró con piezas de mediano y largo aliento escritas para sus nuevos sidemen, Sam Harris (piano), el chileno Pablo Menares (contrabajo) y Tommy Crane (batería). En varios momentos el colorido de la música se amplía con Joel Ross (vibráfono). Todo el concepto de Visions, que refleja la libertad de opinión y sus visiones personales de la vida, está inspirada en la obra de Frida Kahlo, aunque no desde lo femenino sino de lo genuino, y la ilustración del disco —obra a mano alzada de la cantante de jazz Cécile McLorin Salvant— recontextualiza la pintura "Las dos Fridas" (1939). —Iñigo Díaz