Marisol García

El hip-hop, un año de vida en Estados Unidos y los estudios de diseño gráfico le dejaron durante la adolescencia y primera juventud lecciones que ahora aparecen en su trabajo adulto sin prejuicios, como una propuesta autogestionada según firmes convicciones propias, y con apoyo en aplicaciones de grabación casera y promoción a través de redes sociales.

Autodidacta: tener ideas y un computador
Ya en sus años escolares, Felipe Arancibia ponía en práctica convicciones que más tarde iban a caracterizar su trabajo profesional: la escucha desprejuiciada de música diversa, cruzando épocas y géneros (hip-hop, rock, dace-hall, reguetón), además de la creación autodidacta y la promoción autogestionada. Curioso y ambicioso, se valía de las herramientas a su mano: tutoriales online, las primeras plataformas de distribución de música entre pares y MySpace como una protoweb personal a su servicio:

«Desde muy chico aprendí a hacer mis beats —recuerda—. En mi pieza, solo, grababa mis propias baterías, mis letras, luego las masterizaba, y después las mostraba por internet. Así conocí a mucha gente, otros músicos; no podíamos ni imaginar que algún día íbamos a llegar a monetizar lo que hacíamos».

Buscando entre grupos e iniciativas con las que asociarse, en sus viajes intercomunales llegó hasta Puente Alto y a la KSN Fam, que lo acogería como un par. Tanto ese colectivo como la Cream Gang son clave en su trayectoria. Aprendió con ellos nuevas formas de trabajar el hip-hop, sin rigideces de estilo y en vocación de encuentro con ideas y ritmos externos. Con ellos iba a grabar sus primeros discos, largados en 2004:

Fuimos precursores en lo que fue música urbana y trap, cuando no existía escena ni nada. El hip-hop era el mainstream en ese momento, y me ganó muchísimas críticas lo de estar sacando ideas de otros lados: que yo no tenía idea de la escena del rap, que no era de la calle, que me faltaba carrete, pero el tiempo me dio la razón. Yo soy alguien que escucha rock, folk, electro… porque creo que mientras más música escuchas mejor es lo que plasmas después. No tengo ningún miedo a experimentar. Creo que la música es música: no me cierro a nada.

«Tú no sabes cuánto este proceso se demoró. / Si me dijeron que siguiera, / ahora no paro y gano», le iba a responder más tarde Ceaese a sus críticos en "Utopía", el tema que bautizó en 2018 su debut solista.

El hito de Utopía
Para 2016, Ceaese ya contaba con un nombre artístico respetado —tomado de las tres primeras letras del personaje animado Casper (Gasparín) como tag distintivo—, y varias grabaciones informales y en colectivo, partiendo por KSN Fam, en 2004, y con especial atención para Cream Gang (Ceaese & Jonas Sanche) (2013). Pero había llegado el momento de afirmarse como solista. Apoyado en Raúl Gómez (Utópiko) como aliado y productor, y frente a un creciente seguimiento en redes sociales («son parte de mi trabajo»), levantó los temas que luego registraría en Utopía, un trabajo grabado en casa, lleno de efectos de corte, sonido y pulsos de cambio incesante. Su formación de diseñador gráfico lo llevó también tomar a cargo el despliegue visual que quería para ese estreno.

"Te quiero ver" destacó como el gran single de ese álbum, un tema de ansiedad romántica y pulso contagioso también con las voces de Polimá Westcoast, Utópiko y Young Cister. "Dámelo" fue también un single distintivo, un tema de amor interpretado a dúo con DrefQuila e impulsado en redes por un acertado video de impecable dirección de arte junto a bailarines y coreógrafos profesionales.

En temas del disco como "Champion", "$" y "Utopía", Caese ubicaba versos como los de un manifiesto: «Haciendo lo que más me gusta / somos la generación que no se asusta […] / Oye, sí: vamos por el oro, / tengo la disciplina si mejoro, yo tengo el tesoro: / la metodología que valoro. / Tengo la energía y tu basura ignoro (Damn) / […] Esto es una carrera, yo la hago a lo Meteoro».

Un cupo en el Festival Lollapalooza 2018 y el premio Pulsar a Mejor Artista de Música Urbana 2019 confirmaron el acierto de Utopía. Ceaese ya estaba largado a ligas profesionales, a su modo y desde códigos comandados por él. Son sus redes sociales, más que los medios, el mejor modo de seguir su actividad incansable.