Un estreno discográfico de gran resonancia tuvo la cantante Camila Gallardo con Rosa, un álbum que también fue rúbrica para un trabajo estratégico: durante tres años mantuvo a su feligresía con el alma en vilo mientras publicaba canciones a cuentagotas. Cuando por fin lanzó este disco, el medio también se puso a los pies de una nueva figura de la canción romántica. Compositora y dueña de una voz poderosa —expuesta a todo lo ancho en la canción “Ven”—, Cami se exhibe en las diversas variantes de una música hecha para las grandes audiencias: desde el pop (“Antorcha”) a los nuevos ritmos urbanos (“No es real”), y desde la canción adolescente (“Toditas por ti”) a la trova poética (“Querida rosa”). Premiado además con un Pulsar en 2019, marcó el inicio de una carrera donde la cantante iría a dominar las preferencias de la música popular incluso con la explosión del trap muy cerca suyo. —Iñigo Díaz