Rayén Quitral

Rayén Quitral
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La soprano María Georgina Quitral Espinoza quiso darse a conocer en su faceta musical con el seudónimo de Rayén, como una forma de rendirle tributo a la cultura mapuche ('rayén' es 'flor' en mapudungun), a la cual también honró a través de su vestimenta escénica y trozos de su repertorio, compuesto principalmente por arias de ópera italiana y canciones de compositores chilenos (como “El copihue rojo” y “Ay, ay, ay”). Aunque era hija de campesinos del Valle Central, la nativa de Iloca fue promocionada en Santiago y ciudades del extranjero como una cantante «india» o «araucana», destacando como la primera figura de asociaciones mapuche en conseguir proyección continental.

Ficha

Fechas

Iloca - 07 de noviembre de 1916
Santiago - 20 de octubre de 1979

Región de origen

Maule

Décadas

1930 |1940 |1950 |1960 |

Géneros

Rayén Quitral

La soprano María Georgina Quitral Espinoza quiso darse a conocer en su faceta musical con el seudónimo de Rayén, como una forma de rendirle tributo a la cultura mapuche ('rayén' es 'flor' en mapudungun), a la cual también honró a través de su vestimenta escénica y trozos de su repertorio, compuesto principalmente por arias de ópera italiana y canciones de compositores chilenos (como “El copihue rojo” y “Ay, ay, ay”). Aunque era hija de campesinos del Valle Central, la nativa de Iloca fue promocionada en Santiago y ciudades del extranjero como una cantante «india» o «araucana», destacando como la primera figura de asociaciones mapuche en conseguir proyección continental.

Marisol García

Durante los años '30 y '40, el canto de Rayén Quitral consiguió aplausos en escenarios y auditorios radiales relevantes de Buenos Aires, Montevideo, Lima y Ciudad de México, así como en presentaciones puntuales en Nueva York y Europa. Su rol más significativo fue el de Reina de la Noche, en La flauta mágica, de Mozart, que interpretó al menos en el Teatro Colón de Buenos Aires, y en el Covent Garden de Londres.

Los primeros estudios de canto de la pequeña Georgina los realizó en Curicó y Talca, y esperanzada con una carrera de más largo alcance, ya con impulsores formales a su talento, se trasladó junto a su madre a Santiago, donde tuvo lecciones de Emma Ortiz desde los 16 años de edad. Siguió más tarde estudios en el Conservatorio de Música, debutó en 1936 en el Teatro Central de Santiago, y dos años más tarde participó en la inauguración del Estadio Nacional de Chile, en un aplaudido turno de canto sin micrófono.

Cuando ya era una figura destacada en el país, fue invitada al Teatro Colón de Buenos Aires para interpretar el personaje de la Reina de la Noche de La Flauta Mágica, junto a destacados cantantes de la escena mundial. Fue entonces cuando conoció al director Erich Kleiber, quien se transformó en su protector.

En 1951 se presentó en el Covent Garden de Londres, nuevamente como Reina de la Noche, junto a los cantantes más importantes del momento.

En 1956 viajó a Hamburgo becada por el gobierno alemán, pero esos tres años de perfeccionamiento los vivió entre duras estrecheces económicas, registradas profusamente por la prensa en Chile («Rayén Quitral tuvo que hacer empanadas para subsistir en Alemania», es un titular de Las Noticias de ÚItima Hora, del 10 de febrero de 1958). Su regreso al país, en 1960, inauguró una etapa difícil, con problemas económicos y de salud, y lo que la soprano interpretaba como un desdén de parte de su propio país.

Rayén Quitral se despidió de los escenarios en 1967 con una serie de recitales en el Casino y el Teatro Municipal de Viña del Mar, aunque siguió vinculada a la música como profesora y directora coral. Diversas dificultades la hicieron merecedora, en 1972, de una pensión de gracia del Gobierno de Chile le concedió una pensión de gracia.

Falleció en Santiago el 20 de octubre de 1979. El libro Rayén Quitral, alondra de Iloca, del periodista Roberto Gómez, es hasta ahora el estudio más completo sobre su vida. En su localidad natal, Iloca, existe hoy una villa que lleva su nombre.

Actualizado el 02 de abril de 2020