Las palabras del propio Víctor Jara van levantando esta suerte de autobiografía testimonial, en un esfuerzo editorial de original iniciativa cubana, reeditado en Chile treinta y siete años más tarde. Las citas fueron tomadas de archivos impresos en Cuba, Perú y Chile; incluyendo en este último caso revistas y diarios para los que el artista concedió entrevistas (Ecrán, Puro Chile, El Siglo, Ramona, Onda, El Musiquero) y programas de obras teatrales. El orden dispuesto sigue cronológicamente la vida del autor nacido en Ñuble en 1932, y aporta a la mejor comprensión de su mirada sobre asuntos como la relación entre canto y compromiso político. Hacia el final se ordenan datos puntuales sobre su discografía, una cronología biográfica y una lista de sus publicaciones hasta 1975 (aunque no actualizada con las muchas reediciones y compilados póstumos). Hay letras para algunas de sus canciones más conocidas, así como la partitura de cuatro de ellas (lamentablemente, poco claras en la impresión). En el prólogo, el compositor y musicólogo cubano Argeliers León destaca al autor chileno como «un símbolo del hombre de nuestro continente […]. Al tomar la canción como bandera, Víctor se la devolvería al pueblo como arma».
(*El autor es el compilador de los textos)