Muere Humberto Lozán, leyenda de la música popular chilena
El cantante de la histórica Orquesta Huambaly murió el 31 de octubre a causa de un cáncer, a los 81 años. Meses antes había sido editada una antología de los cuantiosos éxitos que grabó con ese elenco entre 1955 y 1962.
viernes 3 de noviembre de 2006
Hace apenas unos meses su música había vuelto a hacerse oír, con la reciente edición de la antología 100 éxitos inolvidables de la Huambaly (2006). Fue el último reconocimiento a su legado que Humberto Lozán, cantante de la Orquesta Huambaly en los años '50, alcanzó a atestiguar antes de que un cáncer acabara con su vida en la madrugada del martes 31 de octubre.
Referente para todas las generaciones que han cultivado la música tropical en Chile, desde Tommy Rey en adelante, Lozán es considerado el dueño de una voz fundacional del género, como vocalista de la legendaria Huambaly o como cantante solista, oficio que desempeñó desde comienzos de los años '60, una vez que se alejó de la orquesta, hasta poco antes de su muerte.
Arroz con palito y corazón de melón: el ritmo de Humberto Lozán
Iniciado como niño cantante en programas radiales en los años '30, Humberto Lozán fue precoz crooner de orquestas de swing y de jazz, hasta que en 1955 se incorporó a la Orquesta Huambaly, que dirigía el saxofonista Carmelo Bustos.
La agrupación fue la primera en Chile que centró su repertorio en temas tropicales provenientes de Centroamérica y el Caribe, como el cha cha cha o el mambo, y abrió el camino de esta música en Chile para una tradición de orquestas como Los Peniques, Ritmo y Juventud y la Cubanacán.
El catálogo de éxitos de esa data grabado en la voz de Lozán es abundante, e incluye canciones tan populares en Chile como "Arroz con palito" (1956), "El bodeguero" (1956), "El manicero" (1957), "El lechero" (1958), "Corazón de melón" (1958), "La blusa azul" (1958) o "Ritmo de chunga", entre otros.
Luego de algunas giras al extranjero y la grabación de una decena de discos, la orquesta se disolvió en 1963, justo antes que un nuevo sonido tropical, la cumbia colombiana, se impusiera como el más popular y arraigado ritmo de baile de los chilenos. Por eso, el lugar de la Huambaly nunca fue ocupado y hasta hoy es un pilar de la música popular chilena.
Lozán, desde entonces, mantuvo en excelente estado su voz y cumplía presentaciones como solista, acompañado por pistas pregrabadas, o como crooner de la Universal Orchestra, que dirige el fundador de la Cubanacán, Juan Azúa, en un oficio que excedía el género tropical. Allí hizo valer en actuaciones y grabaciones su experiencia adquirida además en giras efectuadas en sus años de primera gloria por Perú, Argentina, Bélgica, Holanda y otros países.
Afectado hace años por un cáncer, Lozán murió en Santiago en la mañana del 31 de octubre. Sus restos serán velados en la capitalina Iglesia de Los Capuchinos, en Catedral 2345, esquina Cumming, hasta el miércoles 1 de noviembre, cuando sea celebrada en el mismo lugar una misa a las 15.00 horas. El cortejo se dirigirá luego al cinerario del cementerio Parque del Recuerdo, en Recoleta 4421-A, donde, después de una trayectoria de más de setenta años, será despedida una de las figuras legendarias de los años '50 y '60 en la música popular chilena.